25 feb. 2010

De los Anexos del libro Apuntes Críticos a la Economia Política

Selección de Actas de reuniones efectuadas en el Ministerio de Industrias.

Dra. del Cueto: (inaudible).

Comandante Guevara: Yo quiero contestarle una cosa a la doctora nada más, no para establecer una controversia científica, pues hace mucho que abandoné ese campo en que nunca fui muy brillante, pero para establecer, de todo la que usted ha dicho que todo es cierto, no podría decir que es una afirmación científica por lo menos hasta ahora, sino una manera de pensar. Nosotros tenemos que cuidar los cuadros, tenemos que cuidar al hombre, hemos insistido en eso. Ahora, hay algo que a determinado nivel no se puede olvidar que es el ejemplo y le aseguro que la vida de un dirigente de la revolución, de nivel de la dirección nacional, es realmente una vida que si no tuviera la compensación que uno puede lograr por la existencia de una obra que se construye, es el poder ver en esa obra algo que uno pone, sería realmente algo decepcionante. Es el precio que en las condiciones actuales hay que pagar, yo creo. A determinado nivel hay que pagarlo. Es evidente, uno no tiene familia prácticamente.

Muchas veces lo hemos dicho –sin que medie ninguna sospecha–, los hijos míos le dicen papá a los soldados que están ahí, que los ven todos los días, a uno no lo ven nunca y con la situación tan ideal, siempre tensa por lo menos, que sabe que lo van a mandar a un viaje de esos, con una bronca además. Y realmente hay, digamos, una compensación sublimada en el reconocimiento que los compañeros puedan hacer de un trabajo que pueda significar un ejemplo y en la obra que se va viendo.

Entonces es evidente que uno lo puede saber sin ser un gran psiquiatra, un gran fisiólogo, que una vida como la que llevamos nosotros es una vida que consume. El organismo humano esta más o menos equilibrado para llevar determinada vida, se ha acondicionado así durante el tiempo, y el esfuerzo tan constante pues quita años de vida. Pero eso es necesario, a determinada altura, a determinado nivel eso es necesario, yo diría que es imprescindible porque las condiciones en que Cuba construye el socialismo son muy difíciles, aunque hay una relativa abundancia comparado con otros lugares, es muy difícil porque precisamente esa abundancia es menor hoy que antes.

Hay que luchar contra el recuerdo de una abundancia mayor, objetivamente hablando, por la vecindad del imperialismo, por la deficiencia de nuestros cuadros, por la poca oportunidad de trabajar tranquilamente, debido a la cantidad de problemas que hay. Entonces evidentemente, a determinados niveles hay que hacer un sacrificio enorme. Claro, ese sacrificio tiene que ser de tal tipo que no vaya a redundar en una baja de la eficiencia diaria, es decir, nosotros podemos usar la máquina de tal manera que durante cinco años rinde al máximo y se rompe al sexto, cuando es una máquina destinada a diez años de trabajo. Pero lo que no debemos hacer es que la máquina trabaje siete días y al octavo se pare porque se descompuso, sino que trabaje, trabaje, trabaje hasta que dé el último quejido y ya vaya pues a recuperación de materia primas.

Es como yo veo el dirigente a determinado nivel y como muchas veces, a pesar de que uno ve los cuadros ya de cierto nivel cansados, nunca, por lo menos yo, he dicho a nadie descansa, haz esto o aquello, salvo a gente muy agotada, muy ineficiente porque creo que hay que desarrollar ese espíritu, es necesario.

El espíritu del autoconcepto, de su importancia que muchas veces se ha desarrollado y creo que también hemos hablado de eso. Es el mismo que en la Sierra llevaba, por ejemplo a que Hubert Matos no se arriesgara muchos, porque estaba consciente de la importancia de su papel en el futuro, y por supuesto Gutiérrez Menoyo se arriesgara menos. Es decir, al oportunismo en la acción, al abandono del deber social que tiene que ser parte de eso que pudieramos llamar la mística del socialismo si no fuera una palabra un poquito peligrosa, pero que tiene que existir. Un dirigente no puede ser una persona normal, es decir, en las condiciones de anormalidad en que se puede trabajar en esos momentos.

Ahora nosotros tenemos que fijar los niveles y siempre tener presente una cosa, por lo menos lo que decía la doctora, que la maquinaria no se nos rompa el octavo día. Ahora, si trabaja cinco años eficientemente y se rompe el sexto a todo lo que da y hemos sacado el 20% más, bienvenido sea, porque esos son los años en es necesario eso, después vienen los otros cuadros que lo reemplazan a uno, que tienen mayor preparación, mayor base y además las condiciones serán diferentes, ya todo el mundo camina hacia eso, pero hoy hay que hacerlo. No es una defensa específica de mi caso, es una defensa de los casos de determinados niveles del ministerio donde hay que trabajar, y nosotros tenemos casi como dirigentes la obligación de preocuparnos hacia los otros niveles y nunca, una cosa muy peligrosa, nunca tener el auto-sentido de las responsabilidades en estos aspectos y cuidarse para el futuro.

Es una cosa muy difundida, el sentido de la responsabilidad. Uno no puede ir adelante en una acción si no puede ser el ejemplo, el sentido de la responsabilidad para el futuro. Lo que se trata en determinado momento es el presente y eso está sintetizado por la frase de Fidel: “Vale más un ejemplo que un hombre”, cuando en el 56 habla: “Seremos libres o seremos mártires”, cuando vino en el Gramma y desarrollo todo lo demás, y era la base de que Fidel sea Fidel. Es decir que el ejemplo que ha dado en todos los momentos difíciles, en todos, esta a la vanguardia.

Entonces debemos, en este caso, y ya se trata de un problema político esencial, debemos cuidarnos mucho nosotras y todos los cuadros de dirección. Ahora hacia abajo si tenemos que cuidar. El esfuerzo individual de un obrero no va hacer cambiar el cuadro general del país, y ni de muchos obreros en distintos lugares, pero tenemos que cuidarle la salud y hacer que se sienta bien y que irradie esa sensación de sentirse bien.

8 feb. 2010

25 DE ENERO O NO TE HAS IDO

(poema dedicado a Gorsiño Carrillo)


Te veo caminar fugazmente
Y llegas aquí
Sonriente, ingenuo y loco
El tiempo aún no es para ti
No hay temor
Solo amor.

Te veo soñar, en medio del atardecer
Y preguntas ¿Cuánto queda? ¿Qué ha pasado?
Sin importar continúas
no sabía
¡Estabas ahí!
Ahí vienes, queda poco, no sigas detente aquí,
Falta poco, no te apresures
otros tiempos serán para ti

Continuamos sin saber donde estabas tú ,
llegas pronto, vete de aquí
no es tu tiempo, regresa pronto
no se que haces aquí
falta poco...

Ya te veo ¡abatido! estás ahí.
¡qué ha pasado!
tu sonrisa, se ha perdido,
tus ojos, se han cerrado,
tu corazón apagado, por las balas y el fusil,
No te vayas,
No tan pronto,
para siempre te has quedado,

Aún te veo caminando y soñando,
ya te has ido,

Aún sigues ahí,
queda poco, no nos dejes
la esperanza no has dejado.

No te vayas, el recuerdo,
lo acordado,
lo soñado,

Siempre estas aquí
No te has ido
Te has quedado

Para siempre.
Hasta Siempre.
Camarada hasta siempre
te has quedado
Aún te veo
No te has ido… te has quedado…


Wilmer Melo

7 feb. 2010

Los Hijos Combatientes de la Revolución

Esta Revolución, ha sido partera de hijos combatientes, dispuestos a entregar su vida por el sueño supremo de la humanidad: el Socialismo. Gorsiño era reiterativo a la hora de expresar su condición de combatiente y su destino de mártir. Murió como vivió: necio y rebelde por hacer lo que creía justo.

Su condición de clase humilde y excluido lo acercó a aquellos espacios donde se le daba sentido a su resentimiento, donde se le daba explicación a su malestar; malestar común a todos los hijos humildes de esta sociedad. Así empezó Gorsiño a dejar de ser el hijo de Mario y Juana para convertirse en el muchacho ligado a las luchas estudiantiles que empezaba a pensar y caminar con cabeza y pies propios, empezaba a actuar y a sentirse hijo de la revolución.

Calcibón, conocido así por sus compañeros de militancia por su delgada figura, se incorpora a las filas de Integración Universitaria, su asidero político y espiritual. Así empieza a vincularse a la organización de los estudiantes de Educación Media, en el seno del Liceo Bolivariano Alberto Carnevalli; toma por hogar a las Residencias Domingo Salazar para aportar desde su ingenuidad y su corta edad esfuerzos en la organización social y en el bienestar de su comunidad. Acompañó a Integración en todas sus luchas cotidianas, pero nos tomaría decenas de páginas reseñar la vida del compañero que entregó tanto con tan poca edad.

Sin embargo, no podemos dejar de recordar al Calcibón de la Marcha del 23 de Enero de 2010 en Caracas, que con emoción caminaba bajo el inclemente sol del mediodía caraqueño, repartiendo los panfletos de la Gran Campaña en el que se plasma la tarea de los revolucionarios propuesta por Integración Universitaria.

La muerte de Gorsiño Carrillo no podrá olvidarse jamás. El pueblo lamenta haber sacrificado a este compañero, y a tantos otros en las manos del fascismo dispuesto a yugular la flor del socialismo. El nombre de Gorsiño solo se dignificará en la medida en que avancemos decididamente a profundizar el Socialismo. Cualquier pacto y negociación con los verdugos del pueblo será rechazada por el pueblo digno que llora a sus combatientes caídos. El pueblo reclama que la entrega y la humildad que caracterizó a Calcibón sea emulada por la dirigencia de este proceso. El pueblo exige desprendimiento absoluto de su dirigencia revolucionaria, cualquier privilegio nos acerca al Capitalismo, nos acerca a la muerte y a la impunidad.


Sólo el Socialismo enaltece la vida y obra de los compañeros caídos

Seguiremos batallando por un Mundo Nuevo.

RUPTURA

Una Revolución es una ruptura cultural, es tomar por asalto a un
nuevo mundo, al cielo, es la fundación de una nueva civilización.

Una Revolución supone, entonces, una nueva cultura que nace de
las entrañas de las nuevas relaciones humanas.

Pero… ¿Cómo se producen las rupturas revolucionarias,
cuáles son sus reglas?

Esas rupturas revolucionarias se inician de manera sorprendente,
los políticos tradicionales no las comprenden, los teóricos son
superados por la realidad que se resiste al vaticinio. La
perplejidad sustituye al cálculo sesudo y castrante, la audacia
teórica y práctica toma el timón. Son, como dijo el Che,
alzamientos contra las oligarquías y contra los dogmas.

Así fue la Revolución de Octubre, que dio nacimiento a la Unión
Soviética y sorprendió a las lecturas dogmáticas de los clásicos.

La Revolución Cubana aún asombra al mundo, su nacimiento fue
heroico, y su permanencia más heroica todavía, rompe con la
sensatez de los análisis.

El 4 de febrero, cuando nadie esperaba conmoción, un puñado de
muchachos, tal como la prédica de Martí, tomó para sí el decoro
de todo un pueblo. Y se alzó contra las oligarquías, las izquierdas
agotadas y los dogmas rancios. Y fue así que nació esta
Revolución, que hoy es expectativa de todo el continente.

La ruptura, que al inició es sorprendente, debe ser la
constante: una Revolución avanza, se consolida en las
rupturas. Cuando algo es aceptado, ya llega la hora de
superarlo, de seguir avanzando.

Ahora bien, las rupturas son difíciles, riesgosas: se trata de
romper con las costumbres, las tradiciones, las normas que son
admitidas por las mayorías. El fracaso es una posibilidad, no
existen redes de seguridad, el riesgo acompaña la acción
revolucionaria, siempre.

Romper con lo aceptado, y hacer que lo nuevo ocupe su
lugar, es un riesgo constante en de todas las
revoluciones, pero lo es más para la Revolución nuestra,
que es pacífica y aún se mueve en la lógica oligarca.


Revolución que no avanza, que se estanca, perece, de eso no hay
dudas, pero al avanzar corremos riesgos de ser incomprendidos,
es la paradoja de la Revolución Pacífica.

¿Qué hacer?


Debemos elevar el esfuerzo en la explicación de los pasos que da la
Revolución, ubicarlos dentro de una estrategia clara, definida. El
pueblo debe saber la importancia de cada medida, de cada paso,
para eso es imprescindible que sienta como suyo el objetivo
estratégico.

La masa debe entender la necesidad del cambio,
explicarle que no es posible, que no es sostenible el
sistema de vida capitalista, que allí no están las
soluciones a los problemas. El mundo capitalista no es
viable.


Debe apropiarse de la necesidad de cambiar los valores, la forma
de relacionarse, entender la necesidad de una nueva civilización,
de una nueva manera de vivir, de consumir, de producir. De la
necesidad de que todo cambie.

Esa es la discusión y la práctica central. Allí debe la Revolución
hacer énfasis, debe correr el riesgo de las rupturas para avanzar
hacia ese nuevo mundo.

¡Chávez es Socialismo!

Fuente: www.ungranodemaiz.blogspot.com