15 feb. 2008

La Crisis de Hoy



Escenario Nacional

La Revolución Bolivariana transita una crisis definitoria en su camino hacia el socialismo, fundamentalmente por la derrota sufrida el 2D. Una crisis que explora las entrañas del chavismo y nos obliga a analizar con mayor detalle sus causas.

Esta crisis puede desencadenar en 2 cauces bien contrastantes; o continuamos con el proyecto reformista, pequeño burgués, ambiguo en sus planteamientos contradictorios, y así asegurar la continuación de la hegemonía capitalista, o radicalizamos la lucha, persistimos en el horizonte del socialismo auténtico, basados en la ideología revolucionaria para así garantizar el sueño de la emancipación humana.

La primera opción, timorata, blandengue y superficial, no busca otra cosa que retocar al capitalismo con reformas propias de la socialdemocracia, que hunde la esperanza socialista, sembrando senderos de confusión y extravío. Esta socialdemocracia está muy ligada a la nueva burguesía emergente; la nueva clase política, los nuevos ricos, la derecha endógena que vive de la ilusión de convertirse en los nuevos capitalistas venezolanos. La tesis de la radicalización de la revolución les aterra, se sienten amenazados ante la posibilidad de agravio a sus intereses económicos, los mismos que defiende la burguesía tradicional. Buscan cambios graduales, conciliación y negociación que mantendrían al pueblo aletargado y desmovilizado, mientras ellos se llenan sus bolsillos en la comodidad de un estado de bienestar y de una revolución que es obstaculizada y desviada.

Luego de creerse acabada la derecha opositora venezolana, esta dirigencia pequeño burguesa se creyó triunfalista, no sabiendo que la indefinición de la política permitiría la oxigenación de la oposición, y de la propuesta golpista que los caracateriza.

Esta crisis de hoy debe ser una oportunidad para avanzar en el camino al socialismo, no para sustituir oligarquías. Recordemos que así sucedió con la revolución de independencia; el Libertador termina en San Pedro Alejandrino, mientras Páez transformado en neo oligarca sube a la presidencia. A Zamora le atraviesa una bala no del enemigo oligarca contra quien luchaba, sino de su enemigo interno, traidor neo oligarca. A Cipriano Castro lo acompañó el primer neo oligarca petrolero, el General Gómez, insigne traidor. Pérez Jiménez es derrocado, y la nueva casta burguesa venezolana aprovecha pescar en río revuelto para perpetuarse en el poder por más de 40 años.

Así pues, varias crisis han perdido oportunidad de avanzar hacia la revolución. La Venezuela de la Revolución Bolivariana ha sido expresión de esto. A pesar de que se han librado batallas en distintos frentes y que el avance ha sido importante, hemos desaprovechado momentos de profundización. Hemos reculado ante la posibilidad de avance, se mata al tigre y se tiene miedo al cuero.

Hoy la crisis es más severa, pero definitivamente la batalla se librará en el campo de las ideas. Y en este terreno la radicalización será definitiva.

Sin embargo, en los últimos días Chávez ha dado señales que nos evidencian las graves debilidades del proceso. Empezando por la amnistía a los cómplices traidores apátridas, liberación de precios, negociación de sueldo mínimo con la golpista CTV y por otro lado un cambio en el tren ministerial que no garantiza salidas concretas. No es más que un cambio de fichas, pero las reglas del juego siguen siendo las mismas. Sin contar con la situación en torno al intercambio de rehenes, en el que las FARC reinciden en la ambigüedad, lo que recrudece las relaciones con el gobierno colombiano y le da, a este último, razones para fustigar y señalar al proceso bolivariano. Además, unas recientes declaraciones de Chávez a un programa de TV en el que condena a los extremistas haciendo alusión a la necesidad de crear alianzas con las capas medias de la sociedad venezolana y la burguesía nacional, cómplices imperiales del saqueo a la nación y responsables de las calamidades que el pueblo venezolano sufre. Estos pactos con el enemigo siempre terminan por extraviar el camino, desmovilizar a la gente, confundirla, elevar el escepticismo y cederle espacio al enemigo capitalista.

Escenario Regional

En el Estado Mérida, las adversidades aumentan. Nos encontramos con una universidad movilizada en torno a los intereses de la oligarquía, que se ha desplegado como símbolo nacional del movimiento estudiantil sifrino y burgués, que gradúa a sus delincuentes como por arte de magia y es asidero de la protesta guarimbera contra los intereses del pueblo.

La ciudad de Mérida es preponderamente universitaria, por lo que esta institución representa un elemento político de gran importancia a la hora de definir el escenario, muy influyente en las capas medias de la comunidad merideña, y articulada con la derecha rancia de nuestro país.

La Iglesia figura entre las instituciones más emblemáticas de la derecha regional. Articulada con la universidad han logrado posicionar al Estado Mérida como factor importante de la contrarrevolución.

Por otro lado, el Estado cuenta con una dirigencia pequeño burguesa e incapaz, que se hace llamar revolucionaria, que mantiene al pueblo desmovilizado y aletargado. Las mieles del poder y de la ostentación económica los han convertido en nuevos ricos, conciliadores y entreguistas. Desde hace meses se encuentran disputándose el nombre del candidato, sin tomar en cuenta que lo realmente importante es el proyecto político. Buscan perpetuar lo que hasta ahora han demostrado.

Mientras tanto, existe una crisis de dirección de los movimientos sociales y populares de la región. Dispersión, aislamiento, poca claridad en cuanto a objetivos se refiere.

Todo esto propicia un escenario favorable, un caldo de cultivo para el triunfo de la contrarrevolución en nuestro Estado.

Cabe entonces la pregunta, ¿Qué debemos hacer los revolucionarios?

No queda otro camino más que trabajar en la construcción de la conciencia, en la movilización en torno a ideas y convicciones profundas, revolucionarias y socialistas. En luchar por la organización social al servicio de la revolución.

La Revolución es fuerte en relación directa con la claridad que tenga en sus ideas. Entonces, el Pueblo debe estar informado de las razones, ideas y conquistas por las que lucha de las bondades del socialismo, de la condición humana que solo el socialismo puede darnos, y de las miserias espirituales y materiales producidas por el capitalismo. Saber para donde vamos como sociedad y a que ritmo”

El Pueblo organizado debe afinar la estrategia y la táctica. Corregir el rumbo.

Los revolucionarios debemos como pueblo responsabilizarnos para movilizarnos en torno a las ideas revolucionarias, conducir la crisis hacia el rumbo socialista.

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