20 oct. 2009

Por una Constituyente Universitaria

¡Hacia una Universidad en manos de todos los explotados!

En el devenir de la historia, la educación ha cumplido el papel de ideologizar a la sociedad para mantener y reproducir el orden establecido en un momento histórico concreto, es decir las relaciones sociales de producción, el régimen de propiedad que sustenta un modo de producción definido, requiere una ideología, una noción de vida y de mundo que permita que se reproduzca en el tiempo, lo que quiere decir que en las relaciones de poder y de dominación capitalista y en la historia de la humanidad permeada por las contradicciones y divisiones de clase, se requiere de un sujeto cuya conducta y creaciones culturales cotidianas desde el sentido común, mantengan el orden de opresión y explotación vigente. El individualismo, el afán de lucro, el desprecio por las raíces culturales que se derivan de la resistencia convertida en herencia ancestral de los pueblos, insertan al individuo en un competencia desigual en la que precisamente el hombre se devora a si mismo por sobrevivir en el mundo del privilegio, la opulencia, el estatus y el modo de vida.

Un modelo de conducta acorde al respeto por la legalidad burguesa, que no es mas que la legitimación de que la opulencia de unos dependa de la miseria de otros y que una minoría ilustrada e iluminada mande y gobierne sobre una mayoría explotada, empobrecida y sumisa, se convierte en la premisa sobre la que se sustenta el sistema educativo en una sociedad capitalista como la nuestra.

En sociedades profundamente industrializadas, se han creado los modelos educativos adecuados a la estrategia de dominación y posterior domesticación del hombre, convirtiéndolo en pieza autómata o robotizada, que sin pensamiento propio se convierte en pieza o ficha de la maquina que lo exprime, asumiendo como natural la situación de explotación a la que es victima, por parte de quienes son propietarios de los medios de producción.

Así se crea un sistema educativo, que deriva en un modelo de conducta en la sociedad.

Pero en este proceso de socialización capitalista, a través de la pedagogía de la dominación, la universidad no escapa del señalamiento antes mencionado, la única diferencia radica en que se fomenta la obtención de una certificación académica en la educación universitaria para supuestamente garantizar un ascenso en la escala de la estratificación social, cuando en la realidad se gradúan igualmente explotados pero con mentalidad de explotadores.

En tiempos de Revolución, evidentemente que las condiciones deben ser antagónicas, pues la vocación de la educación en el contexto de la lucha de clases es la de convertirse en instrumento para la emancipación de la humanidad su condición de mercancía. Por ello la Ley Orgánica de Educación presenta un escenario posible de transformación de la realidad universitaria, entendiendo que finalmente la transformación de la realidad pasa por romper con la propiedad nosocial sobre los medios de producción.

En la historia de la Universidad hemos sido testigo de la práctica antidemocrática que se traduce en un gobierno de privilegios para las castas iluminadas, existen mecanismos de ingreso que solo se abren a quienes participan de la red de clientelas y corrupción que giran alrededor del sistema de evaluación. Pero por otro lado ingresan aquellos que por iniciativa y estudio sistemático presentan la prueba de aptitud académica, esperando resultados como quien juega a la lotería.

En conclusión la tarea revolucionaria planteada frente a esta realidad, la LOE presenta significa una oportunidad pues de esta, se derivan leyes especiales para la creación, defensa y consolidación de un nuevo paradigma pedagógico que se sustente en la emancipación revolucionaria, entendiendo el contexto de la legalidad burguesa y su condición negadora de cualquier iniciativa liberadora de la clase explotada. Es decir, con esto decimos que no es el marco de la legalidad burguesa el contexto de acción para el impulso de la transformación revolucionaria pero si servirá para propiciar un proceso de acumulación de fuerza social consciente acompañada de un referente que este convencido en torno a la idea y el ejemplo en los hechos, por lo que se requiere crear un referente de unidad de los revolucionarios y colocara a nivel nacional los elementos centrales de la discusión en torno a la pertinencia de convocara a un PROCESO POPULAR CONSTITUYENTE POR LA TRASFORMACIÓN UNIVERSITARIA.

Queda entonces como compromiso nuestro, sentar las bases de un programa minimo de lucha acompañado de la consigna acertada, para avanzar en el horizonte trazado que es la construcción del socialismo hacia una sociedad sin clases.


¡POR UN SENDERO DISTINTO, RESISTIR CON DIGNIDAD HASTA VENCER!

MOVIMIENTO ESTUDIANTIL REVOLUCIONARIO

INTEGRACIÓN UNIVERSITARIA

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