8 oct. 2009

… y se murieron de hambre.

Donde una vez los mayas erigieron una gran civilización, hoy sucumbe un pueblo bajo la soberbia de un sistema implacable. ¿Cuántas Áfricas hacen falta para financiar los privilegios de Bill Gates, Warren Buffet o Gustavo Cisneros? ¿Cuántos desiertos y sequías debemos padecer los “sub-desarrollados” para garantizar los oasis de unos pocos afortunados? ¿Cuántas Guatemalas más?

Este país centroamericano tristemente se posiciona en los titulares de prensa por su crisis alimentaria ya en fase de hambruna, consecuencia directa de la desgracia histórica de haber sido saqueada, en principio, por el Imperio Español, luego por las transnacionales del Imperio Yankee. Y cuando en la década de los ‘50 se intentó subvertir la desgracia histórica, a través de una revolución encabezada por Jacobo Arbenz, la mano tiránica de las transnacionales con un golpe de estado cruento, acabó con la esperanza de un tajo.

El Capitalismo no puede tratar a nuestros pueblos de otra manera, es su esencia explotadora; cuando no usa la careta de Dictadura Fascista, como en nuestra vecina Honduras, se viste de virus pandémico o de cruel hambruna; no tiene rostro humano, es sólo una careta que se inventa el reformismo pequeño burgués. El Capitalismo, firme en sus propósitos, siempre busca negar la vida y abrir paso a la muerte.

En medio de esta terrible realidad, surge en las inmediaciones de la OEA (Venezuela) una iniciativa grotesca: como en un Reality Show, estudiantes universitarios activistas de la derecha venezolana protagonizaron una inefable huelga de “hambre”, que asquea ad nauseam por su idiotez.

Estos mismos huelguistas, declarados firmes defensores del Capitalismo –el mismo que mata de hambre a cuatro departamentos de Guatemala y a buena parte de los pueblos pobres de la tierra-, apelan burlescamente a ésta histórica forma de lucha y a la mentira mediática atacando a la Revolución por los políticos presos, para proseguir en la consecución del Plan que busca acabar con la Revolución Socialista y salir de Chávez sin importar los medios y métodos.

Paradójicamente, los privilegiados, la burguesía venezolana, diseña todo un grotesco TeleShow donde fingen sacrificar su confort, su “apetito” burgués, en aras de perpetuar su status de dueños absolutos de la riqueza social, mientras, que centenares de millones de personas en el mundo no tienen cómo ocultar su hambre de verdad consecuencia definitiva de un sistema cruel, al que combate la Revolución Bolivariana.

Ya levantaron su huelga, ¿… y se murieron de hambre? ¡Nunca la han padecido!, no conocen la diferencia entre hambre y apetito; ¡nosotros sí!

El Capitalismo está globalizando el Hambre

Acábese con el Hambre y no con el Hombre

Contra la burla obscena de la derecha venezolana, expropiación inmediata
de sus Medios de Difamación


Integración Universitaria