17 feb. 2011

Noel Rodriguez "una voz desde el silencio." Por Valentina Vadell


Desde el interior de una casa, sentada en un mecedor, Zenaida Mata de Rodríguez lee una carta. Viste un vestido de flores en blanco y negro, lleva unos lentes puestos bajo gruesas cejas y el pelo canoso por los años. Al fondo, del lado derecho, una pintura enmarcada muestra el rostro de un joven sobre un fondo rojo con letras negras en donde se lee: “seguimos la línea de nuestros mártires”.

“Querida Mamá, les escribo para saludarlos...” con estas palabras comienza la última carta escrita por Noel Rodríguez a su madre, Zenaida.

Noel Rodríguez nace el 11 de marzo de 1946 en el Valle Pedro González específicamente en la calle San José. A los siete años de edad comienza sus estudios de primer grado. A los dieciocho se gradúa como bachiller en ciencias y entra a la UDO a los que sería su primer año de medicina. Es durante este período, cuenta su madre, que “le pico la política”.

La Sra. Zenaida describe a su hijo como un muchacho tranquilo, callado, luchador, inteligente y noble que después de un tiempo se fue a Caracas dónde se unió al partido Bandera Roja. En este tiempo en la capital, vivió en casa de su tío y fue perseguido por la policía por lo que tuvo que vivir escondido. Luego se mudó a casa de una familia, quienes tras descubrir las ideas políticas por las cuales luchaba Noel lo sacaron de la casa alegando que era comunista. Desde entonces vivió una vida nómada de un sitio a otro, asumiendo el compromiso de jefe de propaganda en Caracas.

Noel Rodríguez entra a la Universidad Central de Venezuela como estudiante de economía. Al segundo año de la carrera su madre es operada de un riñón en Cuidad Bolívar, Noel va a visitarla y regresa luego a Caracas. A los 26 días de operada, nos cuenta Zenaida, Noel desapareció.

Desde entonces su madre alzó la voz: ¿Dónde está Noel Rodríguez?. ¿Qué ha hecho este gobierno con mi hijo? A pesar de las múltiples gestiones de sus familiares no tuvieron noticias de Noel y así es hasta la presente fecha.

Los hechos hablan por sí solos. El 29 de Junio de 1973, en Caracas, Noel recibió la llamada de su compañero de partido Gabriel Puerta Aponte quién lo mandó a la Av. Urdaneta, esquina de Pelotas a entrevistarse con una persona que nunca llego. Quien llegó fue la DIGEPOL (Cuerpo de seguridad que aplicaba la represión, detención, tortura y desapariciones en sus teatros de operaciones instalados en toda la región venezolana) los cuales lo detuvieron, lo metieron en un carro y se lo llevaron.

La Sra. Zenaida nos cuenta que ella había leído un artículo en El Nacional en donde decían que los estudiantes pedían protección para la vida de un compañero de estudios, pero ella no sabía que se trataba de su hijo. Vemos un artículo de prensa que titula:

“Hay 95 detenidos que no los saca nadie; ni con ley, ni sin ley.” A partir de ese momento la Sra. Zenaida se bajó de su cama, rompio el reposo y junto con su esposo se transladaron a Caracas en busca de su hijo. Realizaron una huelga de hambre en el colegio de médicos. Vemos un artículo de prensa que titula:

“Finalizó huelga de hambre de padres de Noel Rodríguez. A toda la juventud de Venezuela dedico la valentía y el coraje de mi hijo, dijo la madre.” Solicitaron entrevistas con el presidente del entonces, Rafael Caldera y su esposa, pero sus solicitudes no fueron atendidas. La única respuesta que obtuvieron fue una carta publicada en prensa por parte del presidente en donde expresaba que no sabía dónde estaba Noel. “...no me importa si me muero. Mi hijo más querido, mi primer hijo, me lo quitaron y no sé dónde está...” expresaba Zenaida durante la huelga.

Informaciones de testigos señalan que Noel Rodríguez fue trasladado al teatro de operaciones de Cocollar (campo antiguerrillero). Cuatro muchachos de margarita cuenta Zenaida vinieron al Cocollar a realizar una investigación y vieron al jóven torturado. Hicieron un pacto entre los cuatro de ir al sitio a sacarlo de ahí y dejarlo abandonado en la carretera a ver si alguien pasaba y se lo llevaba a un hospital o alguna parte. Cuando llegaron al sitio ya se lo habían llevado.
La Fiscal del Ministerio Público Carmen Aída de MartÍnez les concedió una entrevista en el Cocollar a la Sra. Zenaida y su esposo. Cuando el padre de Noel está terminando la entrevista la fiscal le dijo: Sr. Rodríguez pero su hijo está vivo. A lo cual él respondió: pero, ¿si usted me está diciendo que no sabe nada cómo me dice que mi hijo está vivo? A la Sra. Zenaida la montaron en un carro junto con un coronel para recorrer el Cocollar, en el camino se encontró con el cura quien con libro en mano le mostró las páginas del mes de agosto en donde no figuraba ningún Noel Rodríguez. Zenaida indignada le dijo: “...y ¿qué cree usted, que yo soy loca? Qué van a poner ahí en ese libro que mi hijo murió aquí tal día. Yo no soy loca para estar pensando eso y me disgusta que usted como cura venga a decirme a mí que en ese libro iba a figurar Noel Rodríguez...”

Una noche llegaron con un preso en un carro pero ellos no lo aceptaron porque ese joven ya estaba demasiado torturado, demasiado acabado y ellos no lo recibieron. Esa fue la explicación que recibió Salomesa Espinoza el día que fue al fuerte de Maturín. Desde allí la familia Rodríguez no supo más nada sobre su hijo.

El 6 de Agosto recibieron una llamada de Cocollar donde les decían que en ese momento había muerto Noel Rodríguez. La policía se negó a entregar el cadáver. En sus sueños, la Sra. Zenaida vio a su hijo bañado en sangre. Ella le pregunto: mi hijo, y ¿tú donde estabas? Y las palabras pronunciadas por Noel fueron: Mamá 6 días. Fue así como ella confirmó que el 6 de Agosto de 1973 había muerto su hijo. Porque decían que era el 12 que había muerto.

En el Cocollar, Noel Rodríguez fue torturado cruelmente, le sacaron sus ojos, desgarraron sus uñas y desprendieron su dentadura. Según un informe extraído del libro “Expediente Negro” de José Vicente Rangel, página 216, el 6 de Agosto apareció muerto y desfigurado en una carpa del Cocollar. No se sabe nada de sus restos, a lo mejor se encuentran enterrados en una fosa común o en algún lugar escondido, como muchos líderes comunistas y simpatizantes de la izquierda o campesinos, que fueron víctimas de los gobiernos de la cuarta república.

“la juventud de hoy no sabe nada de ese tiempo. No vieron nada hace treinta o cuarenta años atrás. Pueden apoyar al que salga porque no saben nada...” afirma la Sra. Zenaida.

Y concluye: “...total mi amor que yo lo que me quede de vida, que no creo que sea tanto, porque ya yo no estoy para tanto, pero mientras esté viva y tenga voz HABLARÉ y diré lo que sé. De todas las cosas que pasamos en este país, nuestro país.”

Gobierno de turno: Rafael Caldera. Ministro de Defensa: Gral Martín García Villasmil. Fiscal General de la Nación: César Naranjo Osty. Ministro de Relaciones Interiores: Lorenzo Fernández. Director de la DISIP: Remberto Uzcátegui.

“¡ Seguimos la línea de nuestros mártires ! ”

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