Ante la coyuntura que se abre tras la siembra del
Presidente Chávez, se desató una campaña de boicot alimentario y
desabastecimiento. El poder económico nacional y sus socios internacionales,
aprovecharon para sabotear la distribución de bienes indispensables. Pensaron
que restringiendo la distribución, generando escasez y molestia, podían lograr
que el voto chavista maduro se derrumbara y pudieran ellos hacerse con la
victoria electoral. Aun así, no pudieron, ni electoral, ni mediática, ni
militar, ni internacionalmente, consumar el golpe.
Ante esta
coyuntura, desde la Red de Defensoras y Defensores de la Seguridad y la
Soberanía Alimentaria,
declaramos:
-Que esta circunstancia enseña que nunca seremos
enteramente independientes, si como pueblo no tenemos independencia económica. Y
a su vez, la independencia económica solo la garantizará el pueblo en
socialismo, dado que la llamada “empresa privada nacional”, no es capaz de
pensar en un proyecto de país autónomo, ni de aceptar modestas regulaciones a
la ganancia, como la Ley de Costos y Precios Justos, que buscan garantizar el
acceso de las mayorías a productos básicos (regulaciones que en cualquier país
capitalista son válidas pero que aquí los empresarios se niegan aceptar),
-Que la producción, el procesamiento y la distribución de
bienes, debe estar bajo propiedad social y en manos del pueblo trabajador, para
que también el consumo pueda estar garantizado. No pueden ya sabotear Lácteos
Los Andes, ni Industrias Diana, ni Fama de América, entre muchas otras
empresas, porque estas empresas hoy día están en manos de sus trabajadores y
trabajadoras, bajo propiedad del Estado y cumpliendo una función social. Es
decir, no produce mercancías para el lucro de unos pocos, sino que genera
productos para satisfacer necesidades y garantizar el derecho humano a la alimentación.
- Que el aparato de Estado que heredamos, no puede
responder a las exigencias de este momento histórico. No fueron instituciones
creadas para hacer cumplir la regulación de las ganancias empresariales, mucho
menos para contener una guerra económica. En una lucha donde chocan los
intereses de la mayoría del pueblo que vive de su salario frente a los
intereses económicos de un grupo inescrupuloso, explotador y especulador por
excelencia, la lucha no puede asumirla solo el personal de las instituciones.
-Que es preciso que las instituciones fiscalizadoras una
vez depuradas articulen con el poder popular naciente, movimientos populares,
consejos comunales, consejos de trabajadores/as, etc., para realizar el trabajo
de inteligencia social, fiscalización y agitación. Ya en algunos estados se ha
acreditado a defensores y defensoras como contralores y contraloras. Y en
otros, incluso sin instituciones, el pueblo ha fiscalizado y ha hecho cumplir
las regulaciones, colocando bajo venta supervisada los productos ofrecidos.
Esta es una muestra del poder que puede ejercer el pueblo una vez que se
organiza. No se está cobrando, ni exigiendo salario, simplemente, es la defensa
de nuestros derechos e intereses. Pero si de otra forma, permitimos que se
impongan los prejuicios clasistas, racistas y tecnocráticos del funcionariado
camaleónico de la cuarta y no instruimos el trabajo articulado desde el Poder
Popular, lo que se pone en juego es la vida misma de la Revolución.
- Que apoyamos la iniciativa del Ministerio del Poder
Popular para la Alimentación de promover los operativos de Mercal Casa por Casa
y Mercal Comunal, porque involucra a la comunidad organizada en el diagnóstico,
planificación y ejecución de la distribución de alimentos. Pueden contar con integrantes y colectivos de esta red para el trabajo
formativo y organizativo que se requiera.
- Que saludamos la operación anti-corrupción y los recientes
cambios realizados en la dirección de INDEPABIS ordenados por el comandante
obrero Maduro. Eso demuestra que no era la gente de a pie la que estaba
equivocada. Ahora se entiende por qué tanta flexibilidad, por qué tanta
tolerancia ante el especulador. Eran los tentáculos del especulador los que
dirigían. Que quede claro, el especulador-acaparador es un delincuente igual o
incluso peor, que cualquier otro, y no puede haber impunidad o mantendremos
privilegios a costa de la necesidad de la mayoría.
-Que llamamos a acentuar la labor de CONATEL en sancionar
a quienes promueven la angustia. No es la gente la responsable de las compras
nerviosas, son los medios de propaganda de guerra los causantes. Denunciamos
especialmente la aplicación virtual llamada “ABASTÉCEME”. Obviamente, una
aplicación creada por la derecha instruida por la CIA, para generar caos. Esta
aplicación supuestamente serviría para avisar donde se encuentran los productos
que pudieran estar escaseando, pero lo que realmente lograría es que gente
víctima de estas operaciones psicológicas, llegue en masa a establecimientos
sin control alguno y realice compras desaforadas hasta dejar los anaqueles
vacíos, generar disputa, nerviosismo y caos. Ahí siempre habrá una cámara que
grabe y envíe imágenes que se publicarán al exterior. Ese es el objetivo, dar
impresión de caos y justificar el golpe y la intervención. Las leyes están,
hagámosla cumplir.
- Que reivindicamos el gran reconocimiento que la Organización
de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha dado a al
Gobierno por los avances en la erradicación del hambre, cumpliendo con las
metas establecidas en la Cumbre del Milenio cinco años antes de lo previsto.
Tristemente, los voceros de los poderes que causaron hambre durante tantos
años, no pueden, sino banalizar y descalificar este reconocimiento como muchos
otros, porque prefieren a los organismos internacionales que nos atacan, nos
acusan o nos pueden invadir. No les causa alegría ni siquiera una medalla de
oro en las olimpiadas.
- Aclaramos que esta red no es un ministerio, sino una
organización popular para la defensa de nuestros derechos a la seguridad y la
soberanía alimentaria. Por tanto, aclaramos a quienes nos exigen “resolver” el
problema de la especulación y les invitamos, así como a todo el pueblo
organizado, a articularnos en la red para imponer nuestros intereses como
mayoría humilde de este país, que vive digna y honradamente de su sueldo, sin
robar a nadie. Aquí nadie le hará la Revolución a nadie, compañeros y
compañeras. Quien procure un derecho, debe lucharlo por sí mismo y
colectivamente. Chávez no nos prometió
una revolución hecha, nos invitó a hacerla. ¡SEAMOS COMO CHÁVEZ, CARAJO!!
Para
concluir, queremos compartir las
siguientes reflexiones del Comandante
Eterno:
“Dentro de la lógica del Estado burgués el
capital se paga y se da el vuelto: lo único que importa es el fortalecimiento
permanente del propio capital para sostener una estructura económica que no
sólo vela por los privilegios abusivos de unos pocos, sino que está diseñada
para la reproducción de un modelo de sociedad signado por la desigualdad y la
exclusión de las mayorías.”
Líneas de
Chávez, 06 de diciembre de 2009
"Al
Estado Burgués tenemos que terminar de desmontarlo, tiene que extinguirse y
nacer el nuevo Estado Social, Proletario y Socialista. Sólo así lograremos las
grandes metas que nos hemos trazado”
Hugo Chávez,
22 de enero de 2010
Comisión
Operativa Nacional
03 de Julio de 2013
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