14 dic. 2010

Regalos de Verdad. Por: Luis Britto García.


Diciembre regala a los creyentes un Niño Dios y el Dios trae su regalo a cada Niño.
Pedimos lo que creemos necesitar y recibimos lo que creen que nos falta. Un regalo es un mensaje. 

Se juntan vecinos para enviar regalos de verdad y nos reunimos ciudadanos en guardianesdelaverdad.org.ve para enviar verdades que son regalos.

En canasta navideña donemos a Conatel un televisor para que se entere de lo que hacen los medios audiovisuales, y una Ley Resorte para que la aplique a la televisión por suscripción, que se porta como Herodes.

Con espinas de la Pasión de la Ciudadanía y clavos de la Cruz de la Burocracia, regalemos una Ley de Simplificación de Trámites Administrativos a Sencamer y demás matavotos cuya única función es inventar requisitos inútiles que deben ser inútilmente renovados.
Para las transnacionales y extranjeros, no olvidemos el tradicional aguinaldo de 17.875 millones de dólares que cada año les perdonamos en impuestos gracias a los Tratados contra la Doble Tributación, y que les costeamos con nuestros tributos para regalarles servicios públicos, seguridad jurídica, recursos y trabajadores educados y saludables, sin que tengan que contribuir con un centavo. Aspiramos a que sigan usando este regalo en destruirnos financiando bases militares, campañas mediáticas y ONGs para derrocar el gobierno legítimo. 
Al gabinete económico, una gaita celebrando que la Deuda anda por 70.000 millones de dólares.

Al Poder Moral donemos el Día de los Inocentes un Código Penal, cuyo artículo 532 castiga con arresto de uno a seis meses a “Todo individuo que en un lugar público o abierto al público, tenga un juego de suerte, envite o azar”, para que descubran si Bingos y Casinos son nuestras primeras necesidades. 

A CANTV enviemos un reloj de péndulo para que cronometre cuántos minutos se tarda en abrir un solo correo de CANTV.net, y cuántas horas se pierden en borrarlo.

A la Defensoría del Pueblo con incienso y mirra obsequiemos una conexión a Internet, para que verifique cuántos días tardan en abrir las páginas web que nunca abren con planillas para cumplir requisitos obligatorios, cuántos segundos tardan en desconectarse cada vez que el ciudadano duda ante una casilla ininteligible, y cuántos siglos deberán esperar por la democracia participativa 27 millones de venezolanos que no usan la red. 

A la Fiscalía ofrendemos en hojas de hallaca las publicaciones del Minci donde constan las violaciones a la Constitución y las leyes cometidas por los medios privados y nunca demandadas ni sancionadas. 

A los organismos de seguridad hagamos la merced de un artículo 143 de la Constitución para que abran los archivos de la represión donde están escondidas las pruebas de los crímenes de genocidas y violadores de los Derechos Humanos durante la Cuarta República. 

A los jueces que sentencian que las controversias sobre el interés público de Venezuela deben ser resueltas por árbitros extranjeros, una hoja en blanco para que renuncien y le cedan su puesto a esos arbitradores de afuera a quienes ponen por encima de ellos. 

Nada apena más al donante que un homenajeado que no use su regalo. Mucha alegría tuvimos los ciudadanos de a pie al entregar a las autoridades el Poder Soberano. Si lo usaran, nos contentaríamos tanto que hasta volveríamos a encomendárselo.

Podríamos regalarnos a nosotros mismos el ser que querríamos ser. 

Quizá nos regalemos unos a otros el país que debíamos tener.

Pero esas cosas hay que hacerlas, porque nadie las regala.

PD: Se nos fue Argelia Velásquez, viuda del gran combatiente Américo Silva. Ambos quedan para siempre con nosotros.

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