Preguntas desde Mérida. Ante el robo al equipo Vive Andes-Mérida: ¿Quién gana y quién pierde?

Ante el robo al equipo Vive Andes-Mérida: ¿Quién gana y quién pierde?

Nos golpeó la noticia. Vive Andes-Mérida fue desmantelado por un extraño robo. ¿Por qué extraño? Bueno, hay varias razones. El local de Vive Andes-Mérida está ubicado en el Centro Cultural “Tulio Febres Cordero”, es decir en un edificio que cuenta con vigilancia las 24 horas del día los 30 días del mes. Sin embargo, el robo es aparatoso. Sacaron la reja desde las bisagras, cizallaron una cadena, forzaron la puerta de madera y se extrajo un equipo voluminoso, tuvieron que hacer suficiente ruido para hacerlo. Pero sorprendentemente nadie ve ni oye nada. Tres días después, nadie sabe nada y no pasa nada. Ninguna de las puertas, principales ni del sótano del popularmente llamado centro cultural Julio Febres Carrillo está forzada ni violentada. Es decir los ladrones entraron y salieron del Centro por teletransportación.

La Inteligencia social hecha por organizaciones comunitarias nos permite presumir que no hay “hampa común” detrás del robo. Pero además hay hechos muy evidentes, que hacen pensar más bien en la posibilidad de que sea “hampa especial”. ¿Por qué que “malandro” dejaría un computador y preferiría llevarse un micrófono “de balita”? ¿O será qué eran “landros” especialistas en sonido? Hay un dato muy particular y muy “diciente” en la oficina “violada” había un VTR prendido con una cinta en un loop abierto, para que se supusiera que había  gente trabajando ahí. Imagínense ustedes un “landro” capaz de hacer eso. Definitivamente, debe ser que van a montar una televisora “malandra”.

Pero el problema es más grave. En Venezuela estamos sin lugar a dudas en una situación de guerra mediática, “guerra de cuarta generación” la llaman.  Nuestro comandante vive reconociendo todo el tiempo que uno de los frentes fundamentales de la Revolución  Bolivariana es el comunicacional y Fidel, decía el otro día que no es el frente más importante sino que simplemente es el frente fundamental de la lucha política actual a nivel global.

Si se conoce el papel que el equipo de Vive Andes-Mérida está realizando en la zona: Organización, en estrecha relación con TatuyTvc y otras organizaciones comunitarias, la consolidación de los consejos populares de comunicación, apoyo formativo directo a los estudiantes de Comunicación Social en la UBV y Misión Sucre, trabajo campesino, apoyo a trabajos de recuperación de memoria histórica, apoyo a actividades culturales liberadoras como con el Viejo César Albornoz  y muchos otras actividades que quizá ellos no pongan en los informes burocráticos; Si se conoce la coherencia política y militante de los miembros de este equipo, su plena disposición al trabajo revolucionario sin medir consecuencias, es decir, quienes sabemos de la labor de revolucionarios que esos muchachos están haciendo, nos preguntamos: ¿Quién gana con este robo? Y ¿Quién pierde? ¿Cuál va ser la actitud del Gobernador del estado y la del Ministro de Justicia? Y nosotros, ¿Los vamos dejar solos?

Es importante decir que si bien esos equipos son bienes de la nación es indispensable reconocer que estaban siendo utilizados directa e indirectamente por el pueblo organizado en la zona. Es decir eran equipos que le servían a la gente para difundir sus luchas y sus procesos organizativos, etc. Entonces... ¿A quién le puede molestar que haya equipos de televisión donde no llegan los demás medios? ¿A quién le interesa que la gente no tenga espacios para hablar de Socialismo, hacer denuncias, aplicar 3R y otras groserías de ese estilo? ¿A quién le incomoda? ¿De quién es Vive Andes-Mérida la piedra en el zapato?

Porque se necesita ser muy ingenuo para desconocer, que aún en el caso de que un hecho sea del “hampa común” es sin duda un duro golpe político a los sectores revolucionarios en la zona. Y si vemos las cosas desde ese punto de vista es claro saber quién gana y quien pierde.

Ahora la “pelota” (o la despelota, como quieran) está en la cancha nuestra. ¿Vamos a dejar que nos hagan este otro gol?