Hace 13 años se dio un vuelco en las tradiciones electorales de la República Bolivariana de Venezuela, los partidos políticos tradicionales perdieron un escenario que consideraban propio después de la firma del acuerdo de Punto Fijo. Ahora próximos a un nuevo evento electoral y a un nuevo triunfo de las fuerzas revolucionarias, las encuestas se han convertido en la herramienta de medición de la gestión de este gobierno, y en las propuestas más claras de la oposición; mientras la oposición busca hacer creer que existe un desgaste de las políticas impulsadas en estos años y que sólo cambiando los protagonistas de la historia política se verán los “verdaderos cambios”, curiosamente el candidato de estos, que obtuvo más de 3 millones de votos en las primarias, mantiene una marcada desventaja en contra posición a el Presidente Candidato de la revolución Hugo Rafael Chávez Frías.
Muy a pesar de las manipulaciones que se hacen cotidianamente, el reflejo de las encuestas y de la realidad sigue siendo el mismo, la batalla por el 7 de Octubre parece tener nombre propio. Las empresas encuestadoras durante estos 13 años han tenido trabajo al tratar de ocultar la realidad, y mostrar resultados amañados en donde se descalifica la gestión del gobierno, como ya es costumbre, se habla de empates técnicos, o simplemente y tal como ocurrió hace algunos días, se da como ganador al candidato de la oposición, buscando generar una matriz de opinión en la cual se reconozca a este como el absoluto ganador para poder gritar fraude el 7 O.
Pero ¿qué
hace que las encuestas, a pesar de no haber iniciado la campaña en forma, den
como ganador al candidato del PSUV, Hugo Rafael Chávez Frías? La respuesta es
sencilla: el proyecto revolucionario no es un mercado de encuestas, es una
realidad palpable, en la cual la consigna “quienes
quieran patria vengan conmigo” ha llevado a que se profundicen cada vez más
la conciencia, la organización y la dignificación del pueblo.
Este
impulso de cambio y transformación democrática que propuso el presidente Chávez
el día de su juramentación, aunado a los cambios sociales que han beneficiado a
más de un millar de ciudadanos, en donde además, se le ha dado participación
protagónica a quienes por años estuvieron rezagados, olvidados, maltratados,
perseguidos y hasta asesinados; es la verdadera encuesta. Un gobierno que ha
resistido intentos de golpe de Estado, sabotajes, mentiras y ataques constantes
del imperio, pero que ha sido consecuente con sus principios, es la mejor
muestra que no se necesita encuestas para que quede claro que la REVOLUCION NO
SE NEGOCIA EN UN MERCADO AMAÑADO.
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