4 may. 2012

Sexagésimo aniversario del Parque Nacional Sierra Nevada. El Gigante Guardián del Pueblo merideño. Por: Jesús Araujo y Jairo Ramírez*


Hace sesenta años, producto de la extraordinaria visión futurista de especialistas en las ciencias naturales y miembros de la Escuela de Ingeniería Forestal de la Universidad de Los Andes, se elaboró el documento base para que el 02 de Mayo de 1952, el Ministerio de Agricultura y Cría elaborara la declaratoria del Parque Nacional Sierra Nevada, que para la época fue llamado “Simón Bolívar de la Sierra Nevada” según el Decreto Nº 393. De esta manera, las cumbres y parajes que por tantos años fueron fuente de inspiración para la obra literaria de Don Tulio Fébres Cordero, área de estudio para  reconocidos exploradores y naturalistas entre los siglos XVIII y XX, y destino para el logro de grandes hazañas por parte de heroicos y aventureros andinistas, se convertían en el segundo Parque Nacional del país, contando con una extensión inicial de 190.000 hectáreas, la cual fue ampliada a 276.446 hectáreas según el Decreto Nº 777 del 14 de Agosto de 1985, quedando repartidas en 185.886 hectáreas para el Estado Mérida y 90.560 hectáreas para el Estado Barinas.

Es así como a lo largo de seis décadas se han protegido ecosistemas propios de la región andina, con endemismos florísticos y faunísticos, que califican a algunos de sus hábitats  como únicos en el mundo, además del vital reservorio de agua para consumo humano y para el abastecimiento del riego de cultivos, que sin duda alguna contribuyen con el fortalecimiento de la seguridad alimentaria de la nación. Por ello, valga la ocasión para hacer referencia a importantes cuencas productoras de agua aprovechable por algunos centros poblados de los estados Barinas y Mérida, como las de los ríos Socopó, Bumbúm, Acequia, Canaguá, Curbatí, Pagüey, Santo Domingo, entre otras, que drenan hacia la vertiente Sureste del Parque Nacional Sierra Nevada en el Estado Barinas, y las pequeñas cuencas de las quebradas Gavidia, La Mucuy, Mucunután, La Fría, entre otras, que junto a la cuenca del río Nuestra Señora, drenan hacia el río Chama desde la vertiente Noroeste del mismo Parque, en el Estado Mérida.

Recientemente, como uno de los tantos obsequios que merece el Parque Nacional, se concluyó la fase técnica del proyecto de Actualización de los Planes de Ordenamiento y Reglamentos de Uso de los Parques Nacionales Sierra Nevada y Sierra de La Culata, quedando el compromiso por parte de las instituciones del Estado y del colectivo en general, de garantizar en el menor tiempo posible la realización de la Consulta Pública de tan importante proyecto, a fin de informar a ese mismo colectivo y crear un espacio óptimo para su participación, tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Del mismo modo, la necesidad de mejorar las estrategias de conservación y manejo del Parque cumpleañero, ha derivado en iniciativas de carácter político-social que cada vez adquieren mayor fuerza con el desarrollo de actividades mixtas entre INPARQUES y el Poder Popular, representado en principio por los consejos comunales que hacen vida dentro y en las periferias del Parque Nacional, ya sea en los poblados tradicionales, como en los principales accesos a sus áreas recreativas.

Así, con la finalidad de mantener una dinámica constante que permita combatir y resolver la problemática del Parque Nacional, resumida en limitaciones logísticas (como la escasez de vehículos operativos), amenazas ambientales (como la expansión de la frontera agrícola y el consecuente uso excesivo de agroquímicos) y en el deterioro de la infraestructura de servicios en las áreas recreativas, han surgido iniciativas como la Unidad de Gestión Geográfica, dirigida a homogeneizar las acciones de manejo de los dos grandes Parques Nacionales de Mérida (Sierra Nevada y Sierra de La Culata) y la propuesta de conformación del Consejo Socialista de Trabajadores y Trabajadoras de INPARQUES, enfocado en la autoevaluación del cumplimiento de las labores propias del Instituto Nacional de Parques para una mejor gestión ambiental compartida, más allá de resolver reivindicaciones individualistas; ambas actualmente enmarcadas dentro del Plan Estratégico de INPARQUES 2011-2016.

En conclusión, el sexagésimo aniversario del Parque Nacional Sierra Nevada lo seguiremos celebrando en grande, así como todos los aniversarios venideros, con el compromiso de seguir resguardando sus espacios naturales, sin dispersar la lucha por generalizar la concientización del colectivo.

Proteger la naturaleza es estrictamente necesario, es garantía de vida y obligación moral para la construcción del Socialismo.

Hoy y siempre cuidemos nuestro Parque Nacional Sierra Nevada.

*Trabajadores adscritos a INPARQUES Mérida.

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