11 oct. 2012

Hace 454 años llegó a estas tierras el Capitán de la Capa Roja, Juan Rodríguez Xuárez. Por José Joaquín Contreras


A su paso, asesinó a miles de habitantes de la Abya Ayala. Los masacró en Cúcuta y en Capacho. Salieron en gran gritería en "La Grita" y pelearon danzando en Bailadores". Tomaron de su agua en "Estanques". Mataron a miles, violaron a sus damiselas, subyugaron su cultura. Llegaron a Xamú y la llamaron "Lagunillas".

Xamú era un pueblo expresión de la más genuina integración cultural entre los pueblos Mucu y Arawak. En Xamú tenía lugar el comercio y el rito religioso. La laguna de Urao era la mejor expresión de la relación esencial entre Arco y Arca, Tierra y Agua, Piedra y Laguna. Allí se establecieron por un tiempo, aunque no lograron sostener el puesto ante la férrea resistencia de los antecesores de los Guazábara, Quinaroes, Orkases, Mucumbús, Mucumpíes y tantos otros. Más tarde se mudarían a La Punta, lo que conocemos hoy como La Parroquia.

Tanto sería la crueldad de sus desmanes contra los indígenas, que Rodríguez  Suárez sería llevado a juicio por los mismos españoles. Escapó... Lo ayudó a escapar el obispo del pueblo para que siguiera en sus tropelías. Viajó a Trujillo y luego, junto a Francisco Fajardo busca conquistar a los Caracas. Le logran dar muerte los guerreros de Guaicaipuro. Dicen que la última luz la vió por las cercanías de la gran laguna de Tacarigua. Por donde habitaban los Maracayá.

A algún sesudo gobernante, *recientemente, se le ocurrió celebrar como día de júbilo la llegada de ese hijueputa a nuestra comarca. Los tatuyes pelearon, pero esa guerra era imposible de ganar. Nuestros tatuyes no peleaban para matar. Era un enfrentamiento en el que el que ganaba lo que hacía era amarrar al otro. El ganador no mataba al perdedor. Era una contienda en la que el honor del derrotado era suficiente para dirimir la querella. Nuestros tatuyes salieron con macanas a amarrar a los caballeros de Rodríguez Suárez que tenían lanzas, espadas y corazas, perros y caballos.

Los guerreros del Mucujún no pudieron ante semejante discrepancia de cosmovisiones de la guerra. Dice la leyenda que solo Murachí logró dar un macanazo antes de ser traspasado por la espada de Rodríguez Suárez. Su mujer, Tibisay, escapó y se internó en un Páramo al que llamaron "La Hechicera". Logró resistir por mucho tiempo gracias a sus encantos. Nadie se atrevía a ir hacia sus parajes porque se perdían, porque crecían las aguas, porque no podían contra los duendes de las lagunas.

Don Juan de Milla intentó establecerse en sus parajes. Intentó incluso vivir en la casa que ella compartía con Murachí. Pero salió huyendo luego que Tibisay hechizara los chorros y se inundara el páramo todo. Don Juan de Milla bajó y se estableció hacia la zona que hoy llamamos "Milla". Emprendió una industria de Tapias y comenzó la progresiva sustitución de la aldea Tatuy por la ciudad colonial de Mérida.

El Páramo de La Hechicera resistió por muchos siglos a la conquista. Tuvo que venir el papa más mediático que haya existido en persona, a comandar Occidente con su iglesia, su universidad, su televisión y sus avenidas para que pudiese someterse el último reducto Tatuy a finales ya del siglo XX, el páramo de Tibisay, el páramo de "La Hechicera".

Aquí, en este espacio lleno de historia convivimos nosotros los trabajadores del Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres.

Algunos laboraremos el día de hoy y no acataremos el mal-llamado "día de júbilo".

Aquellos que prefieran disfrutar del día de asueto para conmemorar la masacre de nuestros indígenas, la imposición criminal de una cultura sobre otra, el advenimiento de nuestra lucha anti-imperial les informo que no se tomará ninguna acción en su contra. Están en su pleno derecho. ¡Que Viva España! como decían los franquistas.

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José J. Contreras
Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres
Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación

" Luego que seamos fuertes(...) se nos verá de acuerdo cultivar las
virtudes y los talentos que conducen a la gloria".
*Simón Bolívar, 1815*

* El sesudo gobernante fue Carlos León Mora, quien decretó la festividad con
motivo de los 454  años según decreto Nro. 96-2008 publicado en gaceta
oficial Municipal extraordinaria Nro. 24, año IV de fecha 07 de octubre de 2008. 
 Por  supuesto yo no voy a celebrar, mucho menos tomando encuentra 
el proyecto donde estoy participando en este momento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

de acuerdo...