Las construcciones grises en la ciudad de Gaza
estallan por los aires. No es una imagen figurada, sino una constante que se
repite desde hace nueve días cuando Israel comenzó con la operación “Pilar
Defensivo” y desplegó su aviación sobre la Franja de Gaza. El resultado:
bombardeos permanentes, civiles muertos, ataques contra edificios públicos y la
confirmación de que los organismos internacionales tienen un peso ínfimo a la
hora de condenar a Tel Aviv.
Este lunes los ataques Israel continuaron y se
espera que el gobierno del primer ministro Benjamín Nethanyau, en cualquier
momento, ordene el despliegue de tropas terrestres sobre los 360 kilómetros
cuadrados que comprenden la Franja de Gaza. Ante esta posibilidad, Jaled
Meshal, líder del Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, aseguró que si el
Estado israelí inicia una invasión por tierra, esa decisión se convertirá en
“una excursión mortal” para los soldados de dicho país.
Mientras tanto, las negociaciones para alcanzar
una tregua prosiguen en El Cairo, Egipto, donde arribó el secretario general de
la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon. Durante todo el día
lunes se difundieron versiones de que Tel Aviv se encontraba dispuesto a
aceptar un cese el fuego, aunque no ha dado señales concretas en ese sentido.
El gobierno de Tel Aviv mantiene movilizados a 75 mil reservistas que podrían
entrar en acción en cualquier momento.
Meshal, que vive exiliado en El Cairo, indicó
que la administración hebrea busca una tregua con Hamas, aunque aclaró que el
movimiento que gobierna en Gaza no aceptará “ninguna condición israelí”. “Quien
ha empezado la guerra tiene que frenarla y la tregua tiene que llegar con
nuestras condiciones”, aseveró el dirigente palestino. Igualmente, Meshal no
descartó que Israel ordene una nueva “escalada de la violencia”, la cual será
resistida.
Desde el pasado 14 de noviembre, las Fuerzas
Armadas israelíes han bombardeado en 1.350 ocasiones la Franja de Gaza. Los
blancos de la aviación han sido el ministerio de la Juventud y Deportes, un
estadio, y el edificio de 14 pisos Al Sharouk, que alberga las oficinas de
medios de comunicación locales y extranjeros en Gaza. En este último ataque se
reportaron dos civiles muertos y otros siete heridos.
Mientras tanto, los grupos de la resistencia
palestina han lanzado dos misiles contra la ciudad israelí de Eshkol y cinco
contra Ashkelon, en el sur de los territorios ocupados. También se reportaron
explosiones en las localidades de Eilat, Be’er Sheva y Gan Yavne. La televisión
israelí informó que el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro de Tel Aviv ha
logrado interceptar solamente 310 de los 1.000 misiles lanzados desde Gaza.
Por su parte, la cadena saudí Al Jazzera reveló
que Israel utiliza armas no convencionales durante los bombardeos, según lo
denunció el viernes pasado el ex ministro de Sanidad de la Franja de Gaza,
Bassem Naim. El ex funcionario explicó que los cuerpos sin vida recogidos en
Gaza estaban completamente calcinados, lo que evidencia el uso de armas
prohibidas por la legislación internacional.
El jueves pasado, Joe Catner, activista
estadounidense por los derechos humanos que se encuentra en Gaza, denunció que
el Estado israelí utiliza fósforo blanco en sus ataques. En declaraciones
difundidas por Russia Today, Catner indicó que este material, utilizado como
arma química y que genera graves quemaduras y intoxicaciones, es lanzado contra
la población civil palestina. El personal médico consultado, según el
activista, señaló que “las lesiones producidas por los ataques israelíes pueden
haber sido provocadas por fósforo blanco”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario