Documento de posición del Sur Global sobre Soberanía Alimentaria, Soberanía Energética y la transición hacia una sociedad post-petróleo
Para hacer un análisis corto sobre la geopolítica de los combustibles, basta con mirar al medio oriente y estudiar minuciosamente la forma en cómo las potencias se relacionan con los países productores de combustible. En su defecto, para mirar la geopolítica de los agrocombustibles basta con “pensar con el estomago” y ver en lo que se convertiría el mundo, si en vez de sembrar para comer, la producción en zonas extensas fuera destinada a servir de combustible para que se muevan las maquinas. Pareciera que el juego está por sufrir una tranca de retorno. Retorno hacia la micro-producción.
En éste documento pareciera que de principio se fija una posición crítica en cuanto al modelo dominante de producción en el que el lenguaje hegemónico dominante, mercantiliza las relaciones sociales y cosifica los elementos que componen el medio (ambiente) en el que se desarrolla la humanidad. La propuesta, señala la necesidad que existe en el planeta de plantearse la construcción de una sociedad post-petrolera, que a mi juicio es un estado inevitable, en el que llegará el ser humano, pues como ya sabemos el acceso a los recursos fósiles es finito. Ahora bien, en ese sentido surge la pregunta: ¿En un mundo con recursos energéticos limitados, cómo impedir el agotamiento de los mismos preservando un sistema de producción sin límites? Evidentemente se avecina el colapso. No porque se acaben los recursos fósiles, que en algún momento se van a agotar, sino porque las relaciones inter e intra nacionales comienzan a reconfigurar nuevas relaciones geopolíticas entre naciones, regiones o etnias.
Por ejemplo, cuando se abandonó el carbón por el petróleo, las condiciones geopolíticas en el mundo eran un tanto distintas, pues éste cambio no ocurrió por el agotamiento del primero, simplemente fue a causa de un hallazgo que imprimía algunas cuestiones más dinámicas a la industria de la producción y los medios de transporte. El carbón nunca fue un problema. Ahora, en nuestro tiempo el petróleo sí, pues la necesidad de hacerse de una buena cuota del mismo, por parte de las potencias de carácter imperialista, garantiza por lo menos por un buen tiempo mantener en movimiento los principales centros financieros de la economía global. El petróleo se agota, eso lo saben todos. Por ello se agudizan las disputas por los territorios en los que los yacimientos de crudo son importantes, tal es el caso de los países miembros de la OPEP, quienes constante están siendo sometidos a amenazas por los “veedores de la democracia global”.
En ese sentido y en medio de ésta crisis, los agrocombustibles profundizan el modelo del agronegocio y de la agricultura industrial, entendida como la sumatoria de monocultivos, biotecnología, agrotóxicos y exportación. Nueva dependencia ante las potencias industrializadas que impulsan el atraso en distintas zonas de influencias y atrofian las economías más débiles, afectando incluso en la calidad de vida de quienes co-habitan estos nuevos campos de concentración de la producción de agrocombustibles.
El ambientalismo de mercado no es viable como alternativa posible en éste debate, pues mantiene las relaciones de poder que giran al rededor de la propiedad. Terminan por reproducir la lógica de dominación capitalista, reviviendo la dependencia económica de las periferias hacia el centro. Por tanto aseguran que en vista de que la actual dependencia mundial de combustibles fósiles se satisface mediante una geopolítica de guerra, no es posible pensar que la lucha por lo recursos, bien sea fósiles o energéticos de cualquier índole, se dará en el marco de un debate democrático u horizontal.
Evidentemente, esto de impulsar una política macroeconómica de los agrocombustibles a escala global, trastocaría profundamente la geopolítica de vastas regiones, pues se cultiva en espacios en los que existe tierra fértil. Ya los conflictos en la costa atlántica de África se desarrollan y avanzan rememorando la edad de oro de las oligarquías latinoamericanas, quienes serviles a los intereses gran-nacionales adoptó la mono producción como sistema de producción más viable para alcanzar el deseado desarrollo (en texto de: Marcelo Carmagnani).
Lo cierto del caso, es que esto de los agro-combustibles, es allanar el camino para un conflicto social identitario, pues tarde o temprano la gente comenzará a reclamar sus propios espacios convivenciales, o en todo caso comenzará a revisar las formas en como se utilizan las tierras para la producción, corriendo grandes riesgos en cuento a la supervivencia y el bienestar de la misma tierra. Si se mantiene ésta lógica de producción, lo que importa es generar materia prima, a costa de lo que sea. Se avizora por tanto graves problemas a la tierra, ergo habrán migraciones y la cultura de la guerra será el único lenguaje con el que se entiendan los gerentes de los proyectos neo-desarrollistas, siempre depredador y cosificador de la vida.
*Colectivo de Acción Revolucionaria CAR-Mérida
carlos_rivas_45@hotmail.com
Para hacer un análisis corto sobre la geopolítica de los combustibles, basta con mirar al medio oriente y estudiar minuciosamente la forma en cómo las potencias se relacionan con los países productores de combustible. En su defecto, para mirar la geopolítica de los agrocombustibles basta con “pensar con el estomago” y ver en lo que se convertiría el mundo, si en vez de sembrar para comer, la producción en zonas extensas fuera destinada a servir de combustible para que se muevan las maquinas. Pareciera que el juego está por sufrir una tranca de retorno. Retorno hacia la micro-producción.
En éste documento pareciera que de principio se fija una posición crítica en cuanto al modelo dominante de producción en el que el lenguaje hegemónico dominante, mercantiliza las relaciones sociales y cosifica los elementos que componen el medio (ambiente) en el que se desarrolla la humanidad. La propuesta, señala la necesidad que existe en el planeta de plantearse la construcción de una sociedad post-petrolera, que a mi juicio es un estado inevitable, en el que llegará el ser humano, pues como ya sabemos el acceso a los recursos fósiles es finito. Ahora bien, en ese sentido surge la pregunta: ¿En un mundo con recursos energéticos limitados, cómo impedir el agotamiento de los mismos preservando un sistema de producción sin límites? Evidentemente se avecina el colapso. No porque se acaben los recursos fósiles, que en algún momento se van a agotar, sino porque las relaciones inter e intra nacionales comienzan a reconfigurar nuevas relaciones geopolíticas entre naciones, regiones o etnias.
Por ejemplo, cuando se abandonó el carbón por el petróleo, las condiciones geopolíticas en el mundo eran un tanto distintas, pues éste cambio no ocurrió por el agotamiento del primero, simplemente fue a causa de un hallazgo que imprimía algunas cuestiones más dinámicas a la industria de la producción y los medios de transporte. El carbón nunca fue un problema. Ahora, en nuestro tiempo el petróleo sí, pues la necesidad de hacerse de una buena cuota del mismo, por parte de las potencias de carácter imperialista, garantiza por lo menos por un buen tiempo mantener en movimiento los principales centros financieros de la economía global. El petróleo se agota, eso lo saben todos. Por ello se agudizan las disputas por los territorios en los que los yacimientos de crudo son importantes, tal es el caso de los países miembros de la OPEP, quienes constante están siendo sometidos a amenazas por los “veedores de la democracia global”.
En ese sentido y en medio de ésta crisis, los agrocombustibles profundizan el modelo del agronegocio y de la agricultura industrial, entendida como la sumatoria de monocultivos, biotecnología, agrotóxicos y exportación. Nueva dependencia ante las potencias industrializadas que impulsan el atraso en distintas zonas de influencias y atrofian las economías más débiles, afectando incluso en la calidad de vida de quienes co-habitan estos nuevos campos de concentración de la producción de agrocombustibles.
El ambientalismo de mercado no es viable como alternativa posible en éste debate, pues mantiene las relaciones de poder que giran al rededor de la propiedad. Terminan por reproducir la lógica de dominación capitalista, reviviendo la dependencia económica de las periferias hacia el centro. Por tanto aseguran que en vista de que la actual dependencia mundial de combustibles fósiles se satisface mediante una geopolítica de guerra, no es posible pensar que la lucha por lo recursos, bien sea fósiles o energéticos de cualquier índole, se dará en el marco de un debate democrático u horizontal.
Evidentemente, esto de impulsar una política macroeconómica de los agrocombustibles a escala global, trastocaría profundamente la geopolítica de vastas regiones, pues se cultiva en espacios en los que existe tierra fértil. Ya los conflictos en la costa atlántica de África se desarrollan y avanzan rememorando la edad de oro de las oligarquías latinoamericanas, quienes serviles a los intereses gran-nacionales adoptó la mono producción como sistema de producción más viable para alcanzar el deseado desarrollo (en texto de: Marcelo Carmagnani).
Lo cierto del caso, es que esto de los agro-combustibles, es allanar el camino para un conflicto social identitario, pues tarde o temprano la gente comenzará a reclamar sus propios espacios convivenciales, o en todo caso comenzará a revisar las formas en como se utilizan las tierras para la producción, corriendo grandes riesgos en cuento a la supervivencia y el bienestar de la misma tierra. Si se mantiene ésta lógica de producción, lo que importa es generar materia prima, a costa de lo que sea. Se avizora por tanto graves problemas a la tierra, ergo habrán migraciones y la cultura de la guerra será el único lenguaje con el que se entiendan los gerentes de los proyectos neo-desarrollistas, siempre depredador y cosificador de la vida.
*Colectivo de Acción Revolucionaria CAR-Mérida
carlos_rivas_45@hotmail.com
1 comentario:
Muy interesante el tema para un gran debate y discucion mis estimados camaradas.Que hacer con el grave problema por la emanación de gases invernadero? Con la emanación de Azufre responsable de la lluvia ácida, que a su vez dañan nuestros suelos, flora y fauna? El calentamiento Global? Con mi modesta visión del tema pudiéramos reglamentar el uso de las tierras y a su vez los tipos de cultivos a implementar su producción para este fin, tenemos un sin fin de productos para aplicación de biotecnología, solo por citar un ejemplo la materia forestal de desecho en nuestro país como lo es en proforca, otro cultivo propio para este fin es la yuca en tierras de sabana, tierras ácidas, suelos pobres.Todo esto es con el fin de analizar todos los pro y los contra, pudiendo así buscar soluciones verdaderamente humanistas, sostenibles y sustentables que mucha falta nos hacen.Dejo este humilde comentario solo con la única razón de contribuir con tan importante tema. Sin mas por el momento se despide de ustedes un soldado al servicio de la patria Atte. ANTONIO GONZALEZ
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