A lo largo de estas últimas semanas se están desplegando una serie líneas mediáticas basadas en un denominador común que bastante
bien ha trabajado la ideología capitalista: el miedo.
Desde niños, los medios, la religión, la familia
patriarcal-autoritaria1, trabajan la psiquis del miedo del humano, a
quien predisponen y educan para la obediencia a través de él. Una vez instalado
en nuestra estructura psíquica, los medios lo usan para sembrar ideas, hacernos
creer cosas, convencernos de mentiras
proyectándonos falsas realidades; luego cosechan el descontento, el
escepticismo usando a las masas miedosas e irracionales contra el proyecto
revolucionario.
Varios miedos se respiran en el ambiente
mediático:
El miedo a
alquilar viviendas:
Los propietarios hablan a través de la Cámara
Inmobiliaria de Venezuela: ”El proyecto de ley que se está discutiendo, para el
propietario es un “delito”, no tendrán derecho en caso de ser expropiados de
recibir un precio justo, no podrán disponer del mismo, no podrá usarlo nunca, y
no recibirá una contraprestación mientras otros disfruta de él", afirmaba
Aquiles Martini Pietri.
Los
latifundistas urbanos, las grandes empresas de bienes raíces, inmobiliarias y
demás grupos de poder, que podrían verse afectados con la ley, cunden de pánico
al resto de la población, incluso a aquellos sectores que ni casa para alquilar
tienen. Han sabido manipular para continuar con la ópera de alaridos que les
caracteriza; como víctimas asisten a los medios, reeditan la premisa del guión
que le montaron a la revolución bolivariana: el miedo al despojo. Así influyen
de manera contundente en el contenido de la ley y abonan terreno para sembrar
miedo y desconcierto en el alma del pueblo.
El miedo al Censo
Nacional 2011:
“Como están ahora las cosas es peligroso. No
quiero que nadie sepa lo que tengo y lo que no”, dijo William Rondón,
trabajador privado de 54 años y quien teme que delincuentes disfrazados de
encuestadores entren en su casa y lo roben, en un país donde la seguridad
encabeza la lista de necesidades. “No voy a dejar que nadie entre a
mi casa, nadie” añadió. 2
Distintos dirigentes de la derecha venezolana a
través de los medios privados han estado sugestionando al pueblo en torno a las
preguntas del censo y la violación de la privacidad. Declaran que el censo no
es más que la recolección de la información necesaria para avanzar en el
despojo y la violación de la propiedad privada. Aprovechan además para azuzar a
la gente a rechazar el censo, a “desobedecerlo”; se siembra desconfianza y
temor.
Recuerdo que para 2001 fui empadronador del
censo; me llamó la atención las formas en que me recibían los encuestados
dependiendo de su posición social; en los sectores de existencia “clase media”
el trato era de plena desconfianza y suspicacia, y contrariamente ocurría con
las familias de los sectores populares, quienes desbordaban cordialidad y
afecto. Me sorprende como esta lógica del miedo de la “clase media” se ha hecho
acción política en el marco del inicio del Censo 2011, y moviliza a sectores
populares inoculados por esta ideología.
El miedo a la
inseguridad
El Cardenal señaló su preocupación porque en los últimos años ha “crecido mucho la
violencia” en el hogar y la violencia política, la confrontación y el
deseo de enemistar a los venezolanos.3
Tal como lo señala el Cardenal Urosa Savino en
medio de una misa, el tema de la inseguridad es consigna central de la derecha
venezolana, en vista del clima de confrontación, que según los “expertos”, es responsabilidad
del discurso oficial y de la ausencia de represión”
Con el mismo descaro el tema de la inseguridad
alcanzó una nueva dimensión después de las declaraciones que diera la ONG
Observatorio Venezolano de Violencia (OVV): “El 46% de los
venezolanos estaría de acuerdo con matar para defender su propiedad”.
De esta manera
reaparece el miedo al despojo como premisa asociada a la inseguridad; lo que
recrudece la política del miedo que ha venido desarrollando la reacción
venezolana. La “inseguridad mediatizada” termina siendo causa de la
“inseguridad real”, contagia y modifica la percepción de la sociedad.
Esta conjunción
miedo-despojo revela un nuevo componente del coctel mediático: el egoísmo. Se
profundiza el sentimiento fragmentador, de procurar el bienestar individual
incluso a expensas de pueblos enteros.
El miedo al despojo, lo
convierten en miedo a socialismo y a Chávez y cuando este miedo se apodera de
las masas desposeídas, éstas se disocian, y son la base de movilización del
fascismo. Estas masas se deshumanizan, los medios y todos los aparatos de
reproducción de la ideología de la clase dominante terminan educándolo para la
crueldad, y terminan justificando cualquier holocausto, invasión o genocidios,
con tal de saciar sus miedos. Recordemos la frase de Bretch, no hay nada más parecido a un fascista que
un burgués asustado, y si este miedo invade el alma popular, el fascismo renace
de las entrañas de la sociedad egoísta para aniquilar cualquier esperanza socialista.
La respuesta
La respuesta no puede seguir manteniendo las
líneas que hoy le caracterizan frente al problema: que la revolución defiende
la propiedad privada, que el gobierno bolivariano ha aumentado el número de
propietarios en nuestro país, que existen empresarios socialistas amigos de la
revolución, etc.
La estrategia cipaya de la derecha venezolana ha
logrado, ante la ausencia de claridad ideológica en nuestras filas, generar la
confusión necesaria (basada en el egoísmo) para sembrar la idea que al mensajero
le quitarían su moto, al campesino su vaca, a la ama de casa su televisor y
justificar así el miedo al despojo.
La respuesta, debe en principio aclarar los
términos: el socialismo como proyecto ni siquiera discute acerca del patrimonio
personal necesario para vivir, sino que busca la socialización de los medios de
producción de bienes y servicios, base material de la explotación del hombre
por el hombre.
La respuesta debe ser orgánica: medios de
comunicación, partido, escuelas de cuadros, consejos comunales discutiendo, de
la mano con los dirigentes de la revolución, el fenómeno del miedo, las
mentiras de la derecha, la confusión de la propiedad, en fin, combatir la
narcosis mediática. Aclarando dudas de la mano de la teoría revolucionaria,
produciendo contenidos, opinando en las colas del banco, actuando, movilizando
la conciencia; hacer todo esto mientras se expropia a los capitalistas.
Notas:
1.- La clave está en la estructura de la familia
autoritaria patriarcal, acostumbrada a admirar el estilo de vida de la
oligarquía, de lujo y derroche, y que al mismo tiempo, le tiene terror a la
existencia modesta de los obreros. En el plano familiar las relaciones son de
obediencia, de vinculación angustiosa con la religión y de represión sexual a
los adolescentes y mujeres. Como resultado encontramos individuos sumisos ante
la autoridad que representa a la oligarquía, temerosos a su castigo y
profundamente violentos hacia todo aquello que atente contra sus intereses, ya
que de ocurrir el derrumbamiento de la ideología burguesa y pequeño burguesa,
tendrían que asumir responsabilidades y obligaciones para los cuales no han
sido educados. Rosa Tristán.
2.- Reuters: El censo
venezolano es víctima del temor al crimen y la rivalidad política.
http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/310654/reuters-el-censo-venezolano-es-victima-del-temor-al-crimen-y-la-rivalidad-politica/
3.- Arzobispo Urosa
pidió a las autoridades actuar para acabar con la criminalidad.
http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/314270/hoy-se-cumplen-100-anos-de-la-coronacion-de-la-virgen-del-valle/
4.- OVV:
El 46% de los venezolanos estaría de acuerdo con matar para defender su
propiedad. http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/303242/ovv-estudio-afirmo-que-el-46-de-los-venezolanos-estaria-de-acuerdo-con-matar-para-defender-su-propiedad/
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