“Yo no sé muchas cosas es verdad, pero… …se todos los cuentos”
León Felipe.
Perdonen pero esto está escrito con rabia… Ayer oí a un analista de CÑM diciendo que “Chávez va por buen camino” y se me heló la sangre, se me secó la garganta, se me enfrió el guarapo y se me encogieron las guevas… En otro momento oí a Chávez diciendo que no puede intervenir en los asuntos de Colombia y casi me cago del susto. ¿Dónde estamos? ¿Qué paso? ¿Qué ocurrió desde la Campaña Admirable para acá que yo no me entere? ¿En qué momento Colombia dejó de ser asunto de los venezolanos? Claro, yo sé que soy un ingenuo, que olvido ese bodrio, esa “Divina Palabra” (ese cuento…) que llaman “Asuntos de Estado”. Se me olvida que los “Asuntos de Estado” están necesariamente e inevitablemente por encima de las necesidades y las razones de los pueblos y que por esa razón todo “Estado” está y estará siempre en contra de cualquier revolución, de cualquier forma de revolución. Fíjense, gritaran algunos: Apareció el Anarquista. ¡Oh anatema! ¡A la hoguera!… ¡A la Hoguera! Pos sí, soy anarquista, y por ello solo puedo creer en la revolución como un hecho humano universal (de ninguna manera exclusivamente nacional) y por ello colaboré en dar refugio, compañía, cariño a luchadores de otros lugares (o lo recibí en otros lugares, cuando fue necesario), así como participe en dar formación a luchadores populares en Ecuador o en Colombia, así como hice trabajo voluntario en Cuba o preparé adobes en Perú, así como, coño, tantas otras cosas… Por eso no entiendo –perdonen siempre he sido corto de entendederas–, como tan rápidito, las FARC pasa de ser un grupo colombiano al cual se le debe reconocer su carácter beligerante a ser un grupo terrorista lleno de “Códigos Rojos” Preguntaba en otra parte que si no “nos hemos puesto a pensar” que hoy en día el Che Guevara tendría uno de esos códigos, y seguramente Cristo también, y que por esa razón sería un riesgo para ellos venir a Venezuela (Correrían el riesgo de terminar el uno en La Higuera y el otro en la cruz). Qué triste, coño, es lo más triste que he oído en los últimos tiempos pero me resuena en los oídos la frase de Narciso Isa Conde: “Es triste pensar en la Venezuela bolivariana como ´tierra prohibida´”. Cierto, demasiado triste, y frente a eso sólo queda asumir el pensar del compa Alí (otro que seguramente también tendría uno de esos Códigos, a mucha honra sin duda): “Basta de mentes hipócritas, basta de mentes estólidas, que nos quieren mandar, levantemos para siempre la espalda, destrocemos el látigo, que nos quiere marcar…”. Para terminar, quiero pedir a cualquier persona que sepa cómo se obtiene uno de esos códigos que me avise… Yo quiero tener uno en mi prontuario, afortunadamente, todavía inconcluso.
Por Edgar Gutierréz.
1 comentario:
Excelente reflexión pana Edgar. La tomamos, con su permiso, para la edición impresa de El Lápiz Rebelde a salir en los próximos días.
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