15 oct. 2011

La Recomendada…… (Cine Necesario)


El Ilusionista

El cine animado ha sido visto como un genero para niños, esa visión afortunadamente viene siendo desmontada ya por varios directores en todo el mundo como  Michel Ocelot  con Kirikú y la bruja ,  Pascal Morelli  con Corto Maltese: La cour secrète des Arcanes, Katsuhiro Otomo "con "Akira" y como no mencionar  a Hayao Miyazaki con películas que ya son clásicos como El viaje de Chihiro ,  Mi vecino Totoro, El castillo ambulante y la Princesa de Monoloke.

Este cine animado trata temas actuales y de profunda  reflexión humana  combinando la libertad cinematográfica que da el dibujo, esto ha permitido dar pasos adelantados en el lenguaje cinematográficos siendo este cine unos de los principales innovadores en la narración audiovisual. La relación que ha construido la sociedad capitalista con la naturaleza, los seres humanos, las profesiones, las ilusiones, las esperanzas y el mundo infantil son algunos de los temas que encontramos tratados en estas películas.

Precisamente El ilusionista, segunda película del director de "Las Trillizas de Belleville" (otro animado de gran factura) y basado en un guión del mejor comediante que ha dado Francia, Jacques Tati,  trata el tema  de la mística que hay detrás de  toda profesión y que la perderlas las profesiones se van desapareciendo. El protagonista -con un gran parecido físico a Jacques Tati- no puede ahogar la desazón al ver cómo en los nuevos tiempos y ante nuevas formas de diversión, la profesión de mago está en vías de extinción. Tati escribió este relato sobre la relación del mago con una niña escocesa que cree en la magia, como homenaje a su hija Sophie Tatischeff, culpabilizándose por no haber atendido lo suficiente sus compromisos familiares dando preferencia a su trabajo.

Título original L'illusionniste
Director Sylvain Chomet
Guión Sylvain Chomet, Jacques Tati
Productora Coproducción Francia-Reino Unido; Django Films
Género Animación
Duración 78 min Año 2010

Sinopsis
En los años 50, un ilusionista francés cada vez le resulta más difícil encontrar su sitio en salas de espectáculos y music halls, desplazado por el fenómeno de la música rock. Acepta una propuesta de actuar en Escocia, donde conoce a una joven y ambos se adoptan en una relación y el ilusionista acepta que ella le acompañe a Edimburgo tratando de no defraudar a la niña convencida de que sus trucos de magia son reales.




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