Alfonso
Cano, comandante de las FARC, cae asesinado por el Ejército en un ataque aéreo
y terrestre en Cauca
En
operaciones adelantadas en López de Micay, Cauca, las Fuerzas Militares de
Colombia en complicida con la CIA
y la DEA,
asesinaron al maximo comandante de las
Farc, Alfonso Cano.
El
máximo líder de las Farc fue asesinado durante un bombardeo que se registró en
la tarde del viernes 4 de noviembre. Primeras informaciones castrenses habían
adelantado que en un primer bombardeo se reportó la muerte de Patricia, compañera sentimental de Alfonso
Cano.
Durante
los operativos del Ejército, también fue asesinado su radioperador de
confianza, además se lograron la captura de
Efraín, jefe de seguridad de Cano. (fuente Taringa)
Cano
era antropólogo de profesión y antiguo militante de la Juventud Comunista
(Juco) de Colombia, y cursó sus estudios profesionales en la Universidad Nacional,
la máxima casa de estudios del país.
El
líder rebelde, quien tienia apriximadamente 60 años de edad y cuyo nombre real
es Guillermo Sáenz Vargas, era considerado dentro y fuera del grupo guerrillero
como una ficha clave en un eventual escenario de negociación política para
finalizar el conflicto interno colombiano.
Cano
integraba el Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), conformado por siete comandantes y dos suplentes.
El
29 de abril de 2000 Cano fue presentado como responsable del Movimiento
Bolivariano por la
Nueva Colombia, que luego tomó el nombre de Partido Comunista
Colombiano Clandestino, conocido como PC3 o PCCC, brazo político de las FARC.
Cano
era miembro de una familia bogotana conservadora de clase media alta, su madre
era pedagoga y su padre agrónomo que cada domingo iban a misa, y eran vecinos
de los integrantes de la junta militar de 1957.
El
ideólogo de las FARC se perfiló desde la primaria y la secundaria como un
intelectual porque era un "obsesionado con la lectura de libros de
política e historia. En historia era el mejor del curso", contó un amigo
de la infancia.
El
jefe rebelde ingresó a la Universidad Nacional en 1968, en plena
efervescencia de la
Revolución Cubana, de los movimientos juveniles y
estudiantiles de la época y de la
Teología de la
Liberación, del nacimiento de las FARC y del Ejército de
Liberación
Nacional
(ELN).
En
la universidad estudió Antropología y se obsesionó con la geografía, la música
indigenista y los temas del cantante catalán Joan Manuel Serrat, y profundizó
en las lecturas políticas y de historia.
Entre
1974 y 1980 intercaló su actividad académica con la vida clandestina que le
impuso el ser dirigente de la
Juco, brazo juvenil del Partido Comunista.
A
finales de la década del 70, Cano fue detenido por la policía y la organización
logró que las autoridades lo dejaran en libertad, pero considerando que su
dirigente estaba en peligro lo envió a Moscú, a donde enviaba a sus cuadros
para formación.
El
joven dirigente, sin embargo, nunca llegó a Moscú, donde lo esperaban otros
compañeros de militancia política, y a finales de la década de los 70 se enroló
a las filas de las FARC y marchó hacia las montañas para integrarse a la lucha
armada.
En
las FARC adoptó el nombre de Alfonso Cano y rápidamente ascendió por su
capacidad política hasta convertirse en uno de los "niños mimados"
del fallecido jefe y fundador del grupo Jacobo Arenas, ideólogo histórico de
las FARC.
Arenas
murió el 10 de agosto de 1990, y su legado de hombre político lo retomó y lo
consolidó Cano con el transcurso del tiempo.
"Cano
siempre fue la segunda voz, después de Arenas", recordó Alvaro Villarraga,
quien lo conoció en la
Universidad y luego tuvo una relación con Cano durante las
primeras reuniones de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB),
que se creó en 1987.
Para
Villarraga, en esa época uno de los ideólogos del desmovilizado Ejército
Popular de Liberación (EPL) y ahora profesor de Derecho Internacional
Humanitario (DIH), Cano siempre manifestaba interés en la salida política
negociada al conflicto.
"Valoraba
y respetaba las posiciones de las otras organizaciones políticas que integraban
la coordinadora guerrillera, era muy unitario", apuntó Villarraga.
Jugó
un papel protagónico en la delegación negociadora de paz por parte de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 1991 en Caracas
(Venezuela) y Tlaxcala (México) en 1992.
Al
fracasar este intento de paz, las FARC entraron a la fase de dar máxima
prioridad al componente militar y el protagonismo político pasó a un segundo
lugar, lo que afectó la visibilidad de Cano como el político del grupo rebelde.
En
el también frustrado proceso de paz 1999-2002 que desarrollaron las FARC y el
gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), Cano estuvo apenas en dos
o tres ocasiones en las mesas principales de negociación.
"Cano
siempre fue pesimista, no creyó mucho en esa negociación", contó una
fuente que participó en los diálogos de paz entre las FARC y el gobierno de
Pastrana.
Jhon
Jairo Salinas
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