27 feb. 2012

Aquí no había más aguante tocaba romper la política tradicional y dar paso a los nuevos imaginarios y liderazgos. Por Ana Velázquez/ TatuyTvc



El 27 de febrero de 1989, Venezuela era uno más de los países que había implementado las políticas Neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional. Un país sumido en la miseria, en el cual el inconformismo y la represión eran el pan de cada día.

En el año 1988, el pueblo había creído en Carlos Andrés Pérez, su carisma y la bonanza que había tenido en su primer mandato hicieron que este fuera elegido como gobernante nuevamente, se postraban en él las esperanzas de un pueblo que no aguantaba más.

Con lo que no se contaba es que rápidamente este dejaría ver sus verdaderas intenciones de capitalista arrodillado al imperio. E inicia su gobierno con la liberación de la economía, la devaluación del bolívar para garantizar la competitividad en los mercados externos, eliminación del régimen de cambios diferenciales, la privatización de los principales servicios públicos como el agua, la electricidad, la industria petrolera, la siderúrgica, las telecomunicaciones, privatización de servicios básicos como la salud y la educación pública superior. Entre otros estos eran los compromisos que había adquirido Carlos Andrés Pérez con Fondo Monetario Internacional.

Toda esta situación hizo que se generara un desencanto y se desenmascarara a un gobierno Neoliberal que desde entonces ya dejaba ver cuál sería el destino del país. Las imposiciones hechas, dieron sus frutos en el aumento a la gasolina, los pasajes, alimentos, los servicios públicos, entre otros. Esta situación se fue haciendo insostenible y el pueblo reaccionó el 27 de febrero de 1989.

Un pueblo cansado de tanto abuso se rebeló sin saberlo contra las grandes corporaciones de alimentos, de electrodomésticos, vestidos, calzados, muebles, ferreterías y contra unas políticas impuestas desde el norte. Saqueó también a comerciantes de pequeños abastos, panaderías y comercios quienes tuvieron su grado responsabilidad por el acaparamiento y la subida de precios de productos de primera necesidad, generando un desabastecimiento y una inflación a gran escala.

Desde ese día Venezuela no volvió a ser la misma, bien dicen por ahí, que “no hay mal que dure cien años, ni pueblo que lo resista” y aquí no había más aguante tocaba romper la política tradicional y dar paso a los nuevos imaginarios y liderazgos, sin saberlo el pueblo venezolano el 27 y 28 de febrero enfrento a un enemigo grande, que promulgaba el fin de las ideas progresistas y buscaba imponer un mundo unipolar en donde solo ellos tendrían cabida.

Fueron muchos los muertos, los desaparecidos, los torturados, y también muchos los que se dieron cuenta que un pueblo es gestor de su destino y que solamente un cambio estructural acabaría o detendría una política que es capaz de acabar con el ser humano y convertirlo en una máquina de producción de riqueza para otro. Renace así la esperanza de un pueblo, los días de angustia, de zozobra, de dolor se fueron transformando en ideas, reviven su esperanza, los jóvenes, las mujeres, todos ahora soñamos con un mundo multipolar en donde todos tengamos cabida con dignidad.

Y llegaron los nuevos liderazgos que reclamaba el pueblo. Siguiendo el llamado de construir patria llego para quedarse el Comandante HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS:

“NOSOTROS NO LLEGAMOS AQUÍ PARA HACER UNAS PEQUEÑAS REFORMAS”

Sólo sabiendo de dónde venimos es que vamos entender dónde estamos y más aún vamos a precisar hacia dónde vamos. Yo no tengo duda, la mayoría de los venezolanos y venezolanas sé que no tenemos duda; no me refiero a la oligarquía apátrida, no. Ellos saben hacia donde quieren ir, ellos quieren convertir a Venezuela de nuevo en un no país, en una colonia como estábamos hasta hace diez años.

¡No se lo vamos a permitir, esa oligarquía más nunca volverá a gobernar a Venezuela!

Pero eso no garantiza que tengamos éxito, la garantía esta en nosotros mismos. Debemos tener claro hacia dónde vamos, vamos hacia el Socialismo; pero -repito- el Socialismo no se trata de soplar y hacer botella, hay que aplicar la ciencia, el cálculo, la planificación estratégica, claridad en los objetivos económicos de transformación revolucionaria. Nosotros no llegamos aquí para hacer unas pequeñas reformas, nosotros llegamos aquí para transformar de fondo las estructuras económicas, las estructuras políticas, las estructuras sociales y en ello, a este soldado, se le irá la vida.”

Palabras de Hugo Rafael Chávez Frías. Pronunciadas el 20 de febrero de 2009

“YO NO LLEGUÉ AQUÍ PARA HACER PACTOS INFAMES CON LA OLIGARQUÍA"

Nosotros no tenemos pacto previsto con la oligarquía, que nadie se equivoque, ¡Yo no soy Juan Crisóstomo Falcón! ¡Yo no soy José Antonio Páez! ¡Yo no llegué aquí para traicionar al pueblo! ¡Yo no llegué aquí para hacer pactos infames con la oligarquía apátrida! No, yo llegué aquí para cumplir un juramento con el pueblo o morir en la batalla. No tengo alternativa”.

No hay pacto con la oligarquía que nadie se equivoque. No hay cacao para la oligarquía venezolana, no hay pacto con la oligarquía anótenlo, escríbanlo.

Palabras de Hugo Rafael Chávez Frías. Pronunciadas el 20 de febrero de 2009

1 comentario:

Karen Dayana dijo...

El compromiso es de todos, buen artículo, siempre por y para el pueblo, saludos!