Desde
niño tuvo vocación de servicio, razón por la cual se hizo sacerdote,
proveniente de la clase alta, estudio en la universidad de Lovaina en
Bélgica. Regresó a Colombia convencido
que el cristianismo está centrado en el amor al prójimo y que por esa razón era
necesario comprometerse con la humanidad; su trabajo en zonas deprimidas de la
ciudad de Bogotá, lo llevó a comprender que en Colombia era necesario un cambio
de estructuras políticas, económicas y sociales, es decir, era necesario hacer
la revolución y que el amor estaba ligado a ésta. Sus acciones contaron con el
respaldo del pueblo, pero la jerarquía eclesiástica, quiso acallar su voz, lo
cual hizo que solicitara su retiro, aunque se consideró sacerdote hasta el último
momento, pues siempre se cumplió con el principio de amor al prójimo y lucha
por el bienestar de las mayorías.
Para
Camilo, era esencial la toma del poder por la clase popular, se necesitaba una
verdadera reforma urbana, una planificación integral de la economía, el
establecimiento de relaciones internacionales con todos los países del mundo,
la nacionalización de todas las fuentes de producción, de la banca, los transportes,
los hospitales, los servicios de salud, así como otras reformas que favorecerían a las mayorías y no las minorías. Y para eso era
necesario hacer la revolución. Creía necesario agotar las vías pacificas, y que
la última decisión acerca del camino a escoger no lo tenía la clase popular, a
pesar de ser mayoría y de tener derecho al poder, consideraba necesario preguntarle
a la oligarquía cómo iba a entregar este poder al pueblo; si era pacíficamente,
se tomaba de esa forma, pero si no, tocaba tomarlo violentamente. Estaba
convencido que el pueblo tenia suficiente justificación para una vía violenta.
Todas
estas ideas y praxis lo convirtieron en un dirigente popular convencido de la
unidad del pueblo como fundamento de cambio social. Crea el Frente Unido en
1965. En poco tiempo, el Frente Unido logró popularidad. Camilo, muestra
públicamente las ideas de su cruzada: Una revolución como la forma más eficaz
"de dar de comer al hambriento, de beber al sediento y de vestir al
desnudo".
La represión
hacia el movimiento Frente Unido, los encarcelamientos y los peligros que se
cernían en su contra, aceleraron su ingreso a la guerrilla. El 18 de octubre de
1965 se integró como combatiente del Ejército de Liberación Nacional ELN.
Camilo Torres, en una proclama abierta a los colombianos, dio a conocer su
vinculación de esta manera: "me he incorporado al ELN porque en él
encontré el deseo y la realización de una unidad de base campesina, sin
diferencias religiosas ni de partidos tradicionales. Por ello, no depondré las
armas mientras el poder no esté totalmente en las manos del pueblo".
El 15
de febrero de 1966 en Patio Cemento, en el municipio de San Vicente de Chucurí,
departamento de Santander, es asesinado Camilo Torres Restrepo, sembrando así
una Cruz de Luz, que hoy 46 años después sigue vigente, pues en
Colombia no ha cambiado nada, siguen siendo las minorías quienes deciden sobre
las mayorías, y siguen en la montaña sobreviviendo hombres y mujeres fieles al
pensamiento y los sueños de CAMILO
TORRES RESTREPO; EL CURA GUERRILLERO.
Muchos
otros seguirían este camino:
revolucionarios cristianos y no cristianos, que aún aguantan en las montañas
Colombianas, y que siguen convencidos, que por amor al prójimo no depondrán sus
armas mientras no hayan cambiado, las razones que dieron origen a esta lucha.
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