El 20 de octubre del año pasado, ETA anunció el
cese definitivo de su lucha armada. El cambio de estrategia rindió frutos un
mes después, cuando una avalancha de votos premió a los candidatos
independentistas del País Vasco en las elecciones españolas.
¿Cómo perciben ese proceso los refugiados vascos
radicados en Venezuela? Desde España cierta prensa los estigmatiza como
radicales, extremistas, reacios al giro pacífico de la lucha independentista.
Una matriz que ellos decidieron enfrentar. Agrupados en el Colectivo de
Refugiados y Deportados Políticos Vascos en Venezuela respondieron en un
texto colectivo las preguntas de Ciudad CCS.
—¿Qué opinan del cese de la lucha armada de ETA?
—Es importante situar esta decisión en la
evolución histórica de la lucha de las fuerzas revolucionarias vascas por la
liberación nacional y social de nuestro país. ETA surgió hace más de 50 años,
en medio de la dictadura de Franco. Desde entonces el proceso de liberación
ha tenido una evolución importante. Durante décadas, los Estados español y
francés han intentado la asimilación de Euskal Herria como nación, negando su
reconocimiento y el derecho de autodeterminación. Para ello, se impuso un
marco jurídico-político, el cual niega los derechos antes mencionados y
divide territorialmente nuestro país. Durante esos años, la apuesta del
Estado español, con la colaboración del nacionalismo burgués vasco, ha sido
intentar estabilizar ese marco de negación y la represión ha sido el eje de
su intervención, para intentar neutralizar al independentismo vasco. Hoy en
Euskal Herria ese marco no sólo no está estabilizado, sino que la mayoría de
la ciudadanía y agentes políticos, sindicales y sociales vascos creen que
está agotado y que hay que superarlo. La mayoría social quiere decidir
libremente su futuro, sin ningún tipo de amenaza e injerencia externa. Por
tanto, se ha conseguido evitar la asimilación de Euskal Herria y hoy más que
nunca el pueblo vasco está vivo y exige un cambio basado en el reconocimiento
de todos los derechos nacionales y sociales. La mayoría social de Euskal
Herria apuesta firmemente por la superación del conflicto político y armado
mediante el diálogo y la negociación. Aunque todavía la represión no haya
cesado, no han conseguido neutralizar al independentismo vasco. Es más, las
posiciones independentistas van en aumento y las fuerzas a favor del cambio
en términos de soberanía y de izquierda están uniendo esfuerzos para impulsar
el cambio. Se han ido creando condiciones para materializar un cambio de
ciclo, en el cual la clave se basa en las nuevas mayorías sociales y
políticas que se vayan creando y en la capacidad de éstas para materializar
el cambio político. Entendemos que todos estos pasos son fruto de una
reflexión estratégica de todo el movimiento de liberación nacional vasco
sobre el proceso histórico y el futuro del mismo. Creemos que ETA y el
movimiento de liberación vasco son los que están respondiendo a las
necesidades y derechos de nuestro pueblo, los que han tomado la iniciativa
política para romper con el bloqueo, los que han creado la oportunidad
histórica de superar el conflicto. Al fin y al cabo, los que han generado una
nueva ola de ilusión en la sociedad.
UN CHANCE A LA PAZ
—¿Es realmente posible la paz hoy en el País
Vasco?
—Sin lugar a dudas si hoy la paz es más posible
que ayer, es gracias al esfuerzo del movimiento de liberación vasco y de
amplios sectores de la sociedad vasca. Los estados, hasta el día de hoy, no
han demostrado atisbo de voluntad para la paz. La verdadera paz se basa en la
justicia, en la libertad y en la democracia. En reconocer que hay una nación
y que su ciudadanía tiene el derecho de elegir su futuro. En última
instancia, todas las partes implicadas en el conflicto y en especial los
estados deben respetar la decisión de la sociedad vasca. Esa es la garantía
de una paz justa y duradera, dar solución a los nudos políticos que generaron
el conflicto y para ello todas las partes deben comprometerse con unas nuevas
reglas de juego previamente acordadas. Si los estados español y francés
estuvieran dispuestos a reconocer esos derechos, la paz estaría a la vuelta
de la esquina.
—El Gobierno español dice que espera el
comunicado en que ETA anuncie su disolución.
—El conflicto es político. No surgió con el
nacimiento de ETA. Las raíces son mucho más profundas. El Estado español
intenta desvirtuar el conflicto, negando su carácter político y la responsabilidad
histórica que tiene sobre el mismo. Y lo hace porque sabe que avanzar hacia
una solución democrática supone reconocer a Euskal Herria y su derecho a la
autodeterminación y que su oferta política en ese escenario democrático es
débil ante las demandas de la sociedad vasca. Por tanto, intenta poner toda
la atención y responsabilidad en ETA, en el Movimiento de Liberación Nacional
Vasco y en los pasos que debieran dar los mismos. Después de los pasos que ha
dado ETA, anunciando el cese definitivo de la lucha armada, es absurdo que el
Estado español haga esa petición sin antes haber dado ningún paso. ETA ha
abierto la oportunidad para superar las consecuencias de la confrontación
armada. Ahora les corresponde a los estados entablar un diálogo directo con la
organización armada para llegar a acuerdos sobre las consecuencias de la
confrontación armada.
—¿Cómo es actualmente el mapa político en el País
Vasco?
—Debe tenerse en cuenta que Euskal Herria (País
Vasco) está dividida. Tres territorios están bajo el dominio del Estado
francés, sin ningún tipo de reconocimiento. Los otros cuatro territorios bajo
dominio del Estado español y divididos en dos autonomías. Esta realidad ha
tenido consecuencias a diferentes niveles. Por suerte, la lucha de muchas
generaciones y miles de personas ha hecho que no hayamos desaparecido como
pueblo y que la llama de nuestra conciencia nacional esté más encendida que
nunca. Aunque según los territorios o zonas la correlación de fuerzas sea
diferente, la mayoría social se siente parte de una realidad política y
cultural diferenciada y que tiene el derecho a decidir su futuro. Cada vez es
mayor el apoyo hacia las ideas independentistas. Las últimas elecciones
municipales y estatales en los cuatro territorios, han demostrado que el apoyo
popular hacia la oferta independentista y de izquierdas va en aumento.
_____________
Así llegaron aquí
> En Venezuela reside una numerosa comunidad
vasca, que en su mayoría llegó a nuestro país huyendo de las consecuencias
económicas, políticas y sociales de la dictadura de Franco.
> Desde entonces y hasta nuestros días muchos
ciudadanos y ciudadanas vascos han llegado a nuestro país en carácter de
exiliados o deportados políticos provenientes de Francia, Panamá o Argelia
como fruto de acuerdos políticos entre el Estado venezolano y el Gobierno
español.
> Los refugiados sostienen que el conflicto
vasco requiere apoyo e intervención internacional. De hecho, enumeran una
serie de iniciativas de personalidades mundiales que han ayudado a enrumbar
la búsqueda de una solución política al asunto vasco.
> Sobre la posición de Venezuela responden en
torno al tema responden: “A nosotros no nos corresponde decirle al pueblo ni
al Gobierno venezolano qué hacer. El hecho de ofrecer solidaridad y apoyo a
la lucha del pueblo vasco es o sería de por sí un ejemplo de solidaridad
internacionalista entre los pueblos que tendría un valor político de gran
importancia”.
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10 feb. 2012
Entrevista al colectivo de refugiad@s politic@s vasc@s en Venezuela por el diario Ciudad CCS. Por Ernesto Villegas Poljak
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