Nota
Previa: Este
artículo fue escrito el domingo en la noche, antes de que se
supiera, por boca del Comandante, su situación de salud. Pensé
rescribirlo, sobre todo para evitar alguna suspicacia que nunca
falta, pero al final decidí solamente agregar esta nota para ubicar
las cosas debidamente y comprometerme, conmigo mismo a escribir otros
dos lo más pronto posible, uno sobre “Chávez y la vida” y otro
sobre “El entorno del presidente” Mientras tanto insisto en ésta
propuesta que afortunadamente no es mía solo, pues ya hay otros
compas, que desde otros lugares han lanzado la misma idea. Lo cierto
es que “pa´tras
ni pa´coger impulso”
En estos días argumentaba por qué no importa cuantos votos sacaron. Pero ahora hay otra cosa que me inquieta aun más. Evidentemente la campaña ya empezó, todo el país (que no la nación) esta metida de cabeza en ese despelote. Ni siquiera el carnaval permite que se nos olvide. Y esa es mi inquietud. ¿Cuál debe ser la campaña que debe hacer la revolución?
Las
cosas parecieran estar claras, de un lado esta el candidato de la
burguesía (que no es nacional, pues hoy no existen “burguesías
nacionales”) y del otro Chávez, el candidato del pueblo. Parece
que el azar nos lleva a un enfrentamiento simple entre el mal (la
burguesía) y el bien (el pueblo).
Y
entonces es fácil la campaña, pues es claro que la burguesía por
asuntos no solo de principios sino de supervivencia tiene que ser
enemiga del pueblo. Pero, ¿eso es verdead lo de la campaña fácil?
¿es fácil de verdad la campaña? Bueno, si todo fuese en blanco y
negro, es decir simplemente entre buenos y malos, pues sí, sería
así de fácil. Pero el rollo es no es así.
Evidentemente,
todos los que están del otro lado son de allá. Es decir, puede
haber votantes confundidos, pero estructuras, esquemas e intereses,
están todos perfectamente bien definidos. Pero, y esa es una de las
afirmaciones que seguro hacen roncha, ¿todos los de éste lado son
de aquí? ¿Cuántos de los de aquí están aquí mientras les
conviene, o están aquí sólo porque les conviene? ¿Cuántos de los
de aquí están claros de la diferencia entre mantener el poder y
hacer la revolución? ¿Cuántos están dispuestos a deponer sus
intereses y trabajar por y para el pueblo y no para su propia tribu?
El
problema es que una campaña que no sea revolucionaria, es decir que
no se haga con la clara intensión de cambiar estructuras en lugar de
remendar armazones, será profundamente alienante y mercantilizadora.
Me
cuento entre los que, y tengo que aclararlo para que no quede ninguna
duda, vamos a apoyar al Comandante presidente, ahora y más tarde.
Pero estoy temiendo que la campaña que ya comenzó se va centrar en:
“Chávez si es bueno”… fíjate que te dio una casa y te arreglo
la pensión y puso un CDI cerca del barrio y bueno te está haciendo
la vida fácil, por ello debes “pagarle” votando por él… Y por
supuesto los otros candidatos menores (gobernadores, alcaldes, etc.)
serán tan buenos en tanto puedan mantener un discurso parecido a
ese, es decir un discurso basado en el “yo te di, ahora dame tú”
Y ustedes me perdonan pero eso es profundamente alienante (y creo
que, hasta, contrarevolucionario) pues no representa otra cosa sino
continuar en el estilo liberal-burgués de tratar el voto como una
mercancía y solo como eso. Ya lo decíamos en la nota anterior, en
esas condiciones la persona no elije, simplemente vota, y nada más.
¿Qué
tenemos que hacer para lograr una campaña que comience por decir que
Chávez no le da nada al pueblo, solo, y desde su condición de Líder
Revolucionario, le devuelve a este lo que el Capital y el mercado le
han quitado toda la vida, pues no solo es la pensión, la comida, la
salud y la casa, es también el derecho al conocimiento, a la
diversión a la seguridad y a todas esas cosas que llamamos
“felicidad”? ¿Cómo hacemos para tener una campaña que permita
que el pueblo tenga estas ideas cada vez más claras y deje de votar
por agradecimiento o por conveniencia? ¿Cómo hacemos para
desarrollar una campaña que acreciente en el pueblo la necesidad de
la participación, qué enseñe al pueblo a no tener miedo (ni de
propios ni de extraños), que le muestre al pueblo que el poder le
pertenece y ¡que debe ejercerlo!, y que esa es la única manera
realmente válida de “agradecerle” al Líder?
No se,
si alguien no tiene formular mágicas soy yo, pero estoy
definitivamente creyendo que la forma de que tengamos una campaña
así es dejando de lado el modelo liberal-burgués de hacer política
y comenzar a pensar en una manera de hacer Política Revolucionaria.
Es
decir, deberíamos a comenzar a realizar Otra Campaña, otra
completamente diferente.
1 comentario:
Buen punto,en este caso hablo por mi,y el llamado es a sumarnos a esa posibilidad de hacer política revolucionaria,en campaña se esta desde hace rato y la salud del Presidente es sólo una parte de ella,evaluemos que hace falta y como podemos cuidar lo que se ha logrado y atender a las bases como algo indispensable para un proceso verdaderamente revolucionario,pues resulta que el chavismo sin chávez es el primer desestabilizador,los de izquierda y derecha no dejaran de ser de su respectivo lado,cuidado con eso camaradas reales y serios,porque puede que nos sorprendan con otra cosa...La cosa va más allá de izquierdas y derechas,es el pueblo y todo el tejido que hacen la esencia de lo que somos y seremos!
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