21 mar. 2012

Las evasiones del candidato de la derecha. Por Mariano Alí


En una campaña electoral se pueden evadir ciertos aspectos que de posicionarse en la opinión publica pudieran afectar la imagen de los candidatos y en consecuencia la intención de votos a su favor. Sin embargo, hay temas que son claves que no pueden ocultarse, ni mucho menos pueden delegarse en otros voceros que sirvan de speakers emergentes. Al caso al que me refiero es a la actitud evasiva que ha asumido como estrategia electoral el candidato de la derecha Capriles Radonski. Ante cualquier pregunta que le hacen los periodistas del Sistema Nacional de Medios Públicos sobre su programa de gobierno éste sólo se limita a decir que él es “una persona progresista”. Pareciera que la frase la repite como si buscara a través de ella una cierta reacción mágica al mencionarse, pretendiendo producir en el periodista que cuestiona y en la población, un aura de deslumbramiento y admiración. Por ejemplo, si usted le pregunta al candidato de la MUD por la política petrolera, si va o no a privatizar PDVSA en un supuesto –muy negado por demás- de llegar a ser Presidente de Venezuela, sólo se circunscribe a señalar una serie de generalidades o meras insinuaciones enmarcadas en el discurso neoliberal. ¿Olvidarán los asesores del candidato del sionismo que el pueblo se alarma cuando le hablan de “progreso” porque detrás de eso está el nefasto rostro del Caracazo? Sé de las argucias retóricas que tiene actualmente la derecha internacional para capitalizar los errores y obstáculos de los gobiernos humanistas que están en nuestra región. Sabemos además cómo el método de Uribe, empachado del más recalcitrante “populismo” de derecha, se ha convertido en aliento para quienes adversan al Presidente Chávez. Allá en Colombia hablando de “progreso” y “paz”, hasta el más tecnócrata, belicista y proimperialista,  ha ocupado la Casa de Nariño. 

La sola frase “progreso” no alienta a multitudes, ni menos aún sirve como piedra filosofal para recorrer al país y pretender captar la atención del universo electoral venezolano. El solapamiento discursivo que tiene Radonski cada vez que se le pregunta por su plan de acción o proyecto,  caerá por su propio peso en la medida que nos acerquemos al 07 de octubre. Lo hará porque a pesar de todos los problemas que tenemos, lo que sí está claro es que este pueblo ya no es el mismo de antes que engañaban con frasecitas artificiosas al mejor estilo de Colón y Cortez mostrando espejos a nuestros indígenas tratando de domesticarlos. Es importante advertir que la palabra PROGESISTA, es la frase de laboratorio y el concepto recurrente del candidato de la MUD. No dudaría incluso que si un “osado” periodista, de esos que nunca faltan en las parodias de la objetividad, mejor conocidas como ruedas de prensa, se atreviese a preguntarle a Radonski por sus gustos culinarios: si le gusta el Pabellón con agua de panela o prefiere el sancocho de bagre, una vez más Radonski, como esperpento robótico afirmaría: “yo de esas cosas de la izquierda retrógrada no sé, porque yo soy una persona progresista”. Capriles pretende ocultar el daño generado por la oscurana neoliberal con una palabra, quiere hacerlo en un país que ya no es el mismo de cuando mandaron por estas tierras sus mentores políticos.

Nota: si quieren conocer un poco más los desmanes discusivos de la derecha, les recomiendo leer “El gentil burgués hombre” de Moliére; a lo mejor encontrarán ustedes amigos lectores en esta pieza literaria, cargada de una sutil y necesaria ironía, ciertas frases y formulismos planteados por el actual candidato Capriles Radonski. Dice el burgués en la obra de Moliére: “Síganme, que quiero lucir mi traje por la ciudad; y, sobre todo, procuren caminar muy cerca de mí, para que vea que ustedes me pertenecen…”  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fuerza Capriles! Mi apoyo desde Bolivia.