La mayoría de los pequeños
seres, definen la paz como la ausencia de guerra, y llaman guerra a la que
hacen los otros. Ellos no hacen la guerra, ellos matan millones para hacer la
paz. Bien claro lo decía hace unos años un dirigente “político” de cuyo nombre
me da asco acordarme (Republicano o Demócrata gringo ¿hay diferencia?): “El
planeta es perfectamente viable con tres mil quinientos millones de habitantes”
La Cuenta es clara, sobran (sobramos), “apenas” más o menos cuatro mil quinientos
millones de personas (4.500.000.000 personas es decir más de 150 veces la
población de Venezuela –aclaratoria hecha para aquellos que para ver el mundo
necesitan mirarse el ombligo–).
Piensen en las bombas atómicas
arrojadas por la “gran democracia del planeta” sobre un pueblo inocente,
gracias a las cuales murieron, en el momento, cientos de miles de personas y
han muerto y siguen muriendo muchísimas más “gracias” a las secuelas esas que
los pequeños seres llaman “daños colaterales”
Piensen como cada día, la otra
“gran democracia” de Israel (ese estado sin nación) mata niños y mujeres en
nombre de su dios y de su libertad.
Piensen en el primer holocausto,
el americano (ese del que nadie habla y nadie reconoce), cuando en nombre del
progreso borraron del mapa y casi de la historia a los millones de habitantes
originarios de nuestro continente (los borraron tan bien que en USA y en casi
toda América nadie sabe cuantos habitantes teníamos cuando nos “descubrieron” y
no precisamente porque no hubiese censos en esa época).
Piensen en la cantidad de
millones de pobres asesinados durante la primera y la segunda guerra mundial:
soviéticos, polacos, judíos, gitanos, españoles, africanos, y desgraciadamente,
etcétera. Digo “pobres”, porque siempre me ha llamado la atención que los judíos
ricos, los banqueros, los industriales, no murieron en campos de concentración
y nunca “emigraron” a Israel y son cada vez más ricos y poderosos. Y afirmo
esto sin temor al miedo de que me acusen de antisemita.
Piensen en la cantidad de
millones de personas que han muerto desde que se acabó la “última” gran guerra
(no se si saben que en los últimos 50 años han habido varias veces más guerras,
provocadas por el poder del capital que en todo el resto de la historia).
Piensen en la cantidad de
muertos que ocurren en el día a día, en defensa de la libertad. Piensen que en
Siria hay una fuerte represión contra el pueblo que manifiesta por la libertad,
pero la feroz represión que ocurre en USA, Francia, España, Qatar, Arabia
Saudita y otro (coño´e´madre) etcétera, pero esa no es represión pues es la
acción de los “santos” en lucha “divina” contra los “malos” (Dentro de poco se
estrenará una película de Rambo matando personas tratando de pasar la frontera
entre México y la parte de México que USA les robo). Digo “divina” porque los
pequeños seres gozan un puyero matando y matando y matando.
Piensen que se mata a los
indígenas en Chile y Argentina, en Perú y Panamá. Y en los lugares donde nos se
les mata (abiertamente) se les persigue y se les invisibiliza (y no es sólo USA
y Canadá, es también Ecuador, Nicaragua, Brasil, Venezuela, y otro (de ninguna
manera menos coño´e´madre) etc. Y eso para hablar únicamente de nuestramérica).
Piensen en los millones de
personas que son asesinados de hambre, de frio, de miseria, minuto a minuto en
un planeta donde se derrocha la comida y la energía.
Piensen, y este es un ejemplo
quizá muy específico pero muy diciente, en que cada vez que un grupo
revolucionario colombiano da muestras de buscar la paz, Santos (el no-santo por
excelencia) los asesina para que se callen la boca y sigan haciendo la guerra
calladitos.
Piensen en la propaganda de
guerra en Venezuela y la “tibieza” (por decir algo) de la respuesta que se le
da.
Piensen, coño, piensen. Porque
me da el pálpito de que nos queda poco tiempo (si es que queda alguno) para
hacerlo.
Los gobiernos de los estados
(que no de las naciones) matan impunemente, pero lo hacen por el bien de todos.
Que me disculpe la mierda que nunca ha tenido la culpa de nada, pero ¡la paz de los “santos” es pura mierda!
La única y verdadera paz es la
de los pueblos y no la de los estados. Sólo habrá paz con justicia y sólo habrá
justicia con revolución.
Camaradas, aprovechemos el poco
tiempo que nos queda (si es que aún nos queda) para luchar por la paz. ¡Se nos
va la vida en ello!
1 comentario:
y seguirán matando, a ellos no les preocupa si somo 45.000.000.000 o si somos 20.000 ellos son los que en nombre de la paz hacen la guerra y persiguen a quienes pensamos distintos, nos cuestionan y nos borran, nos dañan en todo sentido y pretende que nada a pasado, las historia habla y los pueblos gritaran y triunfaran, la lucha continua, con o sin santos, eso tampoco les importa
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